Sunday,
March 23
THE WORD OF THE LORD
REMAINS
EPHESIANS 6:10-20
“Pray for me also, that whenever I open my mouth, words may
be given me so that I will fearlessly make known the mystery of the gospel...”
Ephesians 6:19
It is true that we live in
a changing world, in which the mutability of many things amazes us. We see
realities in nature itself that overwhelm our senses by their great
truthfulness. Geography is changed by earthquakes, tornadoes and hurricanes and
also by human irresponsibility that unfortunately have become everyday news.
Fashions and artistic tendencies and political
perspectives change…in the midst of these realities we arise as Christian men
and women, of course also walking and changing with the times, but secure in a
great certainty: the word of God remains forever.
This conviction gives us direction in the midst of
a world in which plurality should be the blessing of respecting all men and
women. Our orientation, our criteria of
holiness and salvation, come from the eternal and transcendental message of the
word of God.
Prayer: Lord, may your Holy Word
guide our lives today and always. Amen.
LA
PALABRA DEL SEÑOR PERMANECE
EFESIOS 6:10-20
“y por mí, a fin de que al
abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio
del evangelio”
Efesios 6:19
Es verdad que vivimos en un mundo cambiante, en el que la mutabilidad de
muchas cosas nos asombran. Vemos realidades en la propia naturaleza que nos
embargan los sentidos por su gran veracidad. Cambia la geografía por
terremotos, tornados y huracanes y también por irresponsabilidades humanas que
desgraciadamente se han vuelto noticia de todos los días.
Cambian las modas, las tendencias
artísticas, las perspectivas políticas… En medio de estas realidades nos
levantamos como cristianos y cristianas, por supuesto que también caminando y
cambiando con los tiempos, pero afianzados en una gran certeza: la palabra de
Dios permanece para siempre.
Esta convicción nos orienta en
medio de un mundo en el que la pluralidad debe ser la bendición de respetar a
todos y todas y sabiendo que nuestro camino de sentido, nuestro criterio de
santidad y salvación, provienen del mensaje eterno y trascendente de la palabra
de Dios.
Oración: Señor,
que tu Santa Palabra guíe nuestras vidas hoy y siempre. Amén.
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