Sunday, December 14, 2014

Sunday, December 14 THE LITTLE THINGS 2 KINGS 5:1-19

Sunday, December 14
THE LITTLE THINGS

2 KINGS 5:1-19
“Are not Abana and Pharpar, the rivers of Damascus, better than any of the waters of Israel?”
2 Kings 5:12ª

Who would have imagined that the salvation of all humanity could come from Israel?  The scorn that Naaman the Sirian showed from his colonial arrogance toward the “lesser” cultures illustrates God’s pleasure in manifesting himself to all humanity, but always starting from the lowliest.  At the moment in history in which Israel makes its entrance as a nation, there already existed great civilizations such as Egypt, Greece, China… Nevertheless, in that narrow strip of Palestine, God set his sight upon a people from whom his definitive revelation would come:  Jesus of Nazareth. 

How many times have we been victims of scorn due to specific economic, esthetic, religious, sexual, or medical conditions?  It is at such times that we need to remember that God’s watchfulness over us does not abandon us due to being considered lowly or unappreciated by others.  Moreover, we should be careful not to be the ones who spurn or scorn others for one reason or another.

In these days of preparation for celebrating the arrival of Jesus, we should pay special attention to all those small things in which God supposedly could not dwell. Because that is nevertheless where God most deigns to reveals himself.

Prayer: God of goodness and mercy, enlighten us so that we do not forget the true meaning of your presence among us. Amen.  
Las pequeñas cosas

2 Reyes 5:1-19
“¿Acaso Abana y Farfar, ríos de Damasco,
no son mejores que todas las aguas de Israel?”
2 Reyes 5:12ª

Quién pudiera imaginar que de Israel pudiera salir la salvación para toda la humanidad. El menosprecio a las “pequeñas” culturas que demuestra Naamán el sirio desde su arrogancia colonial, da cuenta de que a Dios le ha placido manifestarse a toda la humanidad, pero partiendo siempre de los más pequeños. En el momento de la historia en que Israel hace su entrada como nación ya existían grandes civilizaciones como Egipto, Grecia, China… Sin embargo, en aquella estrecha franja de la palestina, Dios fijó su mirada en un pueblo del cual saldría su revelación definitiva: Jesús de Nazaret.
Cuántas veces somos víctima del menosprecio por determinadas condiciones económicas, estéticas, religiosas, sexuales, etarias, de salud… Es en tales momentos en los que debemos recordar que la mirada de Dios no nos abandona por ser más pequeños o menos apreciados por los demás. Además, debemos cuidar para no ser nosotros los que despreciamos o menospreciamos a otros y otras por tal o más cual condición.
En estos días en que nos preparamos para celebrar la llegada de Jesús, deberíamos prestar una especial atención a todas aquellas pequeñas cosas en las que supuestamente no podría habitar Dios. Sin embargo, allí es donde Dios se revela más dignamente.


Oración: Dios bueno y misericordioso, ilumínanos para que no olvidemos cuál es el verdadero sentido de tu presencia entre nosotros. Amén.

No comments:

Post a Comment