Saturday, February 28, 2015

Saturday, February 28 BETWEEN ANGUISH AND SONG PSALM 22:1-5

Saturday, February 28
BETWEEN ANGUISH AND SONG
PSalm 22:1-5

My God, my God, why have you forsaken me? … Yet you are enthroned as the Holy One.

Psalm 22:1a, 3a

The psalms, it has been said, showcase a great range of feelings. Today’s psalm in particular can identify what we occasionally experience in the midst of our deepest crises:  the anguish of feeling alone and forsaken…and the return to our acknowledgment of God as the source of our strength.

As human beings we live in this constant pendulum of feelings in which we find ourselves vulnerable when faced with difficult situations.  The challenge is to confront such circumstances as did the author of Psalm 22, who in the midst of his anguish and after complaining to God about the uncertainties of the present, acknowledges in Him the source of holiness and liberation, from generation to generation. 

Singing to God, praising his name even in the midst of trials and doubts, was a practice of the people of Israel that has been gathered into this beautiful hymnal that is the book of psalms.  It would not be a bad thing, if we do not already do so, to praise the name of God in the midst of our most anguishing situations; that our song be not a form of escape from our problems but the pathway to find new strength in God.


Prayer: God of goodness and holiness, I rest in you.  Give me the wisdom and the maturity I need in order to find encouragement in the midst of trial; songs of praise in the midst of uncertainty.   Amen.


Entre la angustia y el canto
Salmo 22:1-5

Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado?...
Pero tú eres santo…
Salmo 22:1a, 3a

Los salmos, se ha dicho, son un gran abanico de sentimientos. El salmo leído en particular puede identificar lo que en ocasiones vivimos en medio de nuestras crisis más profundas: la angustia de sentirnos solos y desamparados… y el retorno de nuestro reconocimiento de Dios como la fuente de nuestra fortaleza.
Como seres humanos vivimos ese constante vaivén de sentimientos en el que nos descubrimos vulnerables ante situaciones de dificultad. El desafío resulta enfrentar tales situaciones como el autor del salmo 22, que en medio de sus angustias y luego de reclamar a Dios por las incertidumbres del presente, reconoce en Él la fuente de la santidad y la liberación, generación tras generación. El cantar a Dios, alabar su nombre aun en medio de la pruebas y las dudas, fue una práctica del pueblo de Israel que ha quedado recogida en este hermoso cancionero que es el libro de los salmos. No estaría mal, si es que no lo practicamos ya, que alabemos el nombre de Dios en medio de nuestras situaciones más angustiosas, que sea nuestro canto, no una forma de escapar a los problemas, sino la vía para encontrar nuevas fuerzas en Dios.

Oración: Dios bueno y santo, descanso en ti. Dame la sabiduría y madurez suficiente para encontrar aliento en medio de la prueba; canción en medio de la incertidumbre. Amén.



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