Monday, July 3 REJOICE TODAY AND ALWAYS Psalm 97

Monday, July 3

REJOICE TODAY AND ALWAYS

PSALM 97

Rejoice in the LORD, O you righteous,

and give thanks to his holy name!

Psalm 97:12 (NRSV)

Whoever lives trusting in God’s mercy has no fear nor suffers inconsolably for lack of security. He rejoices in each new day seeking always to cultivate friendship looking for not only his own benefit, but that of his neighbor. Thus, he can rejoice in times of difficulty, in periods of drought and need because his confidence is not placed in his own strength and intelligence but only in the one who is his inspiration: in God, the creator.

Good women and men, rejoice and praise God! The Lord our God is a God of justice and love who protects and upholds those who conduct their lives with honor and fidelity. Don’t go about complaining all the time, blaming other people or things: the weather, the heat, money, transportation, the bad character of others. Rather, rejoice that you are alive because God has allowed you to live today so that you can work and be collaborators with God. In this way, you are praising God with all your strength and heart and mind.

Prayer: Thank you, my good God, for the reassurance that you are at my side and that you never abandon me. Amen.

Translation by John Potter

ALÉGRENSE HOY Y SIEMPRE

SALMO 97

¡Alégrense hombres buenos y alaben su santo nombre!

Salmo 97:12

Quien vive confiando en la misericordia de Dios no tiene miedo, ni sufre inconsolable por falta de seguridad. Se alegra con cada amanecer, procura en todo momento cultivar la amistad y el amor, no busca solo su beneficio, sino también el de su prójimo. Por eso puede alegrarse en tiempos de dificultades, en épocas de sequía y necesidad, porque su confianza no está puesta en su propia fuerza e inteligencia, sino en aquel que es el inspirador:  en Dios creador.

¡Alégrense mujeres y hombres buenos y alaben a Dios! El Señor nuestro Dios es un Dios de justicia y amor que protege y sostiene a quienes se conducen con honradez y fidelidad.

No vivan quejándose todo el tiempo, echándole la culpa a los demás o a las cosas: al tiempo, al calor, al dinero, al transporte, al mal carácter de los demás; más bien, alégrense porque están vivos, porque Dios les ha permitido vivir hasta hoy, porque pueden trabajar, porque pueden ser colaboradores de Dios. De esta manera están alabando a Dios con todas sus fuerzas, corazones y mentes.

Oración: Gracias mi buen Dios, por la certeza de sentir que estás a mi lado y nunca me abandonas. Amén.