Friday, August 4, 2017

Friday, August 4 ANGER Ephesians 4:17-32

Friday, August 4
ANGER

EPHESIANS 4:17-32

Be angry but do not sin;
do not let the sun go down on your anger. (NRSV)

Ephesians 4:26

Since God created the world and us as a part of it, so He can feel and use our emotions, among which are wrath and anger. Anger is just another emotion; whether it is good or bad depends on what we do with it.

The Bible tells us “don’t sin,” that is, don’t cause harm to anyone. Analyzing this verse, we see that at certain times we all get angry and somehow express it. When we keep anger and wrath within ourselves, it leads to feelings of depression, bitterness and rage; it diminishes our joy and stands in the way of the full life we have desired for ourselves.

Let’s not wait another day to resolve our conflicts because often that ends up aggravating them with our anger. Let’s recognize our anger and analyze its cause. Then we can channel it in a constructive manner seeking solutions through such values as peace, dialogue, or prayer and personal reflection. In this way, we harm neither ourselves nor others.

Prayer: Loving God, help us to struggle against our anger, to control it, and above all to express it in a way that is productive. Amen.

Translation by: John Potter

EL ENOJO

EFESIOS 4:17-32

Airaos, pero no pequéis,
no se ponga el sol sobre nuestro enojo
Efesios 4:26

Dios creó al mundo y a nosotros como parte de él, así que tiene la capacidad de sentir y usar nuestras emociones, entre ellas la ira y el enojo. La ira es una emoción más, lo malo o bueno es lo que hagamos con ella.

La Biblia nos dice “no pequéis”, es decir, no hagas daño a nadie. Analizando este versículo vemos que todos nos enojamos en un momento determinado y lo expresamos de alguna manera.

El enojo y la ira que dejamos dentro de nosotros puede llevarnos a sentirnos deprimidos, amargados y rabiosos; lo que hace que disminuya nuestro gozo y se interponga a la vida plena que hemos deseado para nosotros.

No esperemos hasta el otro día para resolver un conflicto, pues muchas veces terminamos agrandándolo con nuestra ira.

Reconozcamos nuestra ira y analicemos causas. Luego canalicémosla de manera constructiva, tratando de encontrar soluciones a través de valores como la paz, el diálogo, o a través de la oración y la reflexión personal. Así no nos dañamos a nosotros mismos, ni a los demás.


Oración: Amante Dios, ayúdanos a combatir nuestra ira y a controlarla y sobre todo a expresarla en forma productiva. Amén.

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