Tuesday, January 9, 2018

Tuesday, January 9 REJOICE Psalm 5

Tuesday, January 9
REJOICE
PSALM  5

Let all who take refuge in you be glad…  (NIV)


Psalm 5:11


In part of a song by Juan Luis Guerra it says that in heaven there are no hospitals. That phrase caught my attention, and I asked myself, “must I go to heaven so as not to hear of infirmities and calamities?”

In our families, churches, neighborhoods, and communities we have people who are specialists in speaking of illness, death, misfortune and problems. Speaking of those things isn’t bad; what I consider unhealthy is to make those issues the only subject of conversation and reason for living. There are those who compete about the number of pains they have, or the number of pills that they take. There are those who rejoice in telling of their gloomiest problems to others, provided that after telling them they’re going to receive a share of pity.

In heaven there are no hospitals; but I can live on earth in a different way as well if I have faith in God who gives me joy amidst problems. With the trust that God is with me I can confront life with optimism.

How wonderful that in heaven there are no hospitals! If there were, the same people who complain so much on earth would be complaining there, and that would be intolerable.

Why don’t we attempt to live more joyfully with less complaints? If God is with us, then who is against us?

Prayer: Lord, help us to be happy amidst our problems and daily challenges.  Replace the complaints with a song of hope. Amen.

Translated by John Walter


ALÉGRENSE
SALMO  5

Alégrense los que buscan tu protección…

Salmo 5:11

Una canción de Juan Luis Guerra dice en una de sus partes que en el cielo no hay hospitales. Me llamó la atención esa frase y me pregunté ¿tengo que ir al cielo para no oír de enfermedades y calamidades?

En nuestras familias, iglesias, barrios y comunidades tenemos personas que son especialistas en hablar de enfermedades, muertes, desgracias y problemas. No está mal hablar de esas cosas; lo que considero enfermizo es hacer de esos asuntos el único tema de conversación y la razón de la vida. Hay quienes compiten sobre la cantidad de dolores que tienen o la cantidad de pastillas que toman. Hay quienes se “regocijan” en contar los problemas más tenebrosos a otras personas sobre todo si después de contarlos van a recibir una cuota de lástima.

En el cielo no hay hospitales, pero también en la tierra puedo vivir de una manera diferente si tengo confianza en Dios quien me da la alegría en medio de los problemas. En la confianza de que Dios está conmigo puedo enfrentar la vida con optimismo.

¡Qué bueno que en el cielo no hay hospitales! Si los hubiera las mismas personas que se quejan tanto en la tierra estarían quejándose allá y eso sería insoportable.

¿Por qué no intentamos vivir con más alegría y menos quejas? Si Dios es con nosotros ¿quién contra nosotros?

Oración: Señor, ayúdanos a ser felices en medio de nuestros problemas y retos cotidianos. Quita las quejas de nuestra boca y pon una canción de esperanza. Amén.


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