Saturday, March 17 NO WORDS NEEDED Ephesians 1:1-10

Saturday, March 17

NO WORDS NEEDED

EPHESIANS 1:1-10

God destined us to be his adopted children

through Jesus Christ because of his love….

Ephesians 1:5a (CEB)

The apostle’s letter confronts us with the saving work of God through Jesus Christ.  The love of God appears as a liberating element offered through Jesus Christ.  How much more value is added to the message when we consider that Paul was writing the letter as a prisoner!  At times we are also prisoners to the demands of life, where nothing satisfies us:  not money, not time; we are trapped in well thought-out proposals by scholars of human behavior.

What place do we give the love of God in our lives?  Does the liberating message reach us in the chasm where we live, thinking that everything must be bought or sold?  This love is not found in the market, nor in the field, nor in the pantry:  it shows through our neighbor.

One word at a time when it is needed, one attentive ear to the suffering or joy we have around us, one hand open to help, one kind greeting, and many other gestures are able to transform us; and when they are accompanied by love they touch deeply into our being.  And it most interesting that we can distinguish the good gestures from those which come charged with rancor and hate.  Isn’t it true?  Words are not needed when love is in the gesture.

Let us be encouraged to show the love we receive from the grace of God as believers.  Let us use the freedom that God gives us to show it and not to stop saying in whom we believe.  How important it becomes then to know that God loves us and forgives us, so that we can start fresh and be reconciled within ourselves and with others.  This is our hope.

Prayer:  Lord, today we want to love like you love us and free us. Amen.

Translation by Deborah McEachran

NO SE NECESITAN PALABRAS

EFESIOS 1:1-10

Nos había destinado a ser adoptados

como hijos suyos por medio de Jesucristo…

Efesios 1:5a

La carta del apóstol nos pone frente a la obra salvadora de Dios por medio de Jesucristo. El amor de Dios aparece como elemento liberador brindado a través de Jesucristo. ¡Cuánto más valor cobra el mensaje si tenemos en cuenta que Pablo estaba preso al escribirlo! Hoy nosotros somos también  presos a veces de las exigencias, donde nada nos alcanza: ni el dinero, ni el tiempo; atrapados en propuestas bien pensadas por estudiosos del comportamiento humano.

¿Qué lugar damos al amor de Dios en nuestras vidas? ¿Nos llega el mensaje liberador en esta vorágine de que todo está en compra o en venta? Ese amor no está en el mercado, ni en el agro, ni en la bodega; se pone de manifiesto a través del prójimo.

Una palabra a tiempo a quien la necesita, un oído atento al sufrimiento o a la alegría de quien tenemos cerca, una mano dispuesta a ayudar, un saludo afectuoso y muchos gestos son capaces de transformarnos; y cuando están acompañados de amor tocan lo más profundo de nuestro ser. Y lo más interesante es lo bien que lo distinguimos de aquellos que vienen cargados de rencor y de odio. ¿verdad que sí? No se necesitan palabras cuando el amor está en el gesto.

Animémonos a manifestar el amor que recibimos por la sola gracia de Dios como creyentes. Usemos la libertad que nos es dada para manifestarlo y no dejemos de decir en qué creemos. ¡Qué importante se torna entonces saber que Dios nos ama y perdona, para así poder recomenzar y reconciliarnos con nosotros mismos y con los otros! Esa es nuestra esperanza.

Oración: Señor, queremos hoy amar como tú nos amas y liberas. Amén