Thursday, April 12, 2018

Thursday, April 12 Anniversary of JUPRECU WHEN THE WIND BLOWS Matthew 25: 1-13


Thursday, April 12
Anniversary of JUPRECU

WHEN THE WIND BLOWS
MATTHEW 25: 1-13

Therefore keep watch,
for you do not know the day or the hour
the Son of Man will return.
Matthew 25: 13

Some years back a landowner went searching for workers. But he received many rejections, since people refused this work because they were afraid of the horrible storms of that region. Finally a short and slender man of middle age came soliciting the work. The land owner asked him if he was a good laborer, to which the man replied, “I can sleep when the wind blows.” Largely confused by the answer, but desperate for the help, the landowner contracted him.

One night the wind blew noisily. The landowner jumped from his bed, grabbed the lamp and ran to the employee’s lodging. He shook the man who was sleeping and shouted at him, “Get up! A storm is coming. Batten down things before they’re blown away.” The man turned over in bed and answered him, “Sir, I already told you I can sleep when the wind blows.” Infuriated by his reply, the landowner was tempted to immediately fire him; but instead of that he hurried to leave and prepare the area for the storm. But to his astonishment he found that all of the haystacks had been covered with tarpaulins, firmly tied to the ground. The cows were well protected in the barn, the chickens in the hen house, and all the doors were closed and secured. Everything was secured; nothing could be dragged away.

When we find ourselves spiritually and mentally prepared, we have nothing to fear. Can you sleep when the wind blows?

Prayer: Prepare me, Lord, spiritually and mentally for each thing that life presents. May I be able to remain tranquil when the winds of the storm blow, knowing that there is nothing I need to fear. Amen.

Translation by John Walter


Aniversario de la JUPRECU

CUANDO EL VIENTO SOPLA
MATEO 25: 1-13
Estén atentos porque ustedes no saben el día ni la hora
en que el Hijo del hombre vendrá
Mateo 25: 13

Hace algunos años  un  hacendado andaba buscando empleados. Pero, recibió muchos rechazos, pues las personas rehusaban este trabajo, porque le temían a las horribles tempestades de aquella región. Finalmente un hombre bajo y delgado  de edad media llegó solicitando el trabajo. El hacendado le preguntó que si era buen labrador, a lo que el hombre le respondió: “Yo puedo dormir cuando el viento sopla”. Bastante confuso con la respuesta pero desesperado  por la necesidad, el hacendado lo contrató.

Una noche el viento sopló ruidosamente. El hacendado saltó de la cama, agarró una lámpara y corrió hasta el alojamiento del empleado. Sacudió al hombre que estaba durmiendo y le gritó: “ ¡Levántate! Una tempestad está llegando. Amarra las cosas antes de que sean arrastradas”. El hombre se dio vuelta en la cama y le contestó: “Señor, ya yo le dije que puedo dormir cuando el viento sopla”. Enfurecido por la respuesta, el hacendado estuvo tentado a despedirlo inmediatamente. En vez de eso, se apresuró para salir y preparar el terreno para la tempestad. Pero para su asombro, encontró que todas las parvas de heno habían sido cubiertas con lonas firmemente atadas al suelo. Las vacas estaban bien protegidas en el granero, los pollos en el gallinero y todas las puertas muy bien cerradas y aseguradas. Todo estaba amarrado. Nada podría ser arrastrado.

Cuando nos encontramos preparados espiritual y mentalmente, no tenemos nada que temer. ¿Puedes tú dormir cuando los vientos soplan?

Oración: Prepárame Señor, espiritual y mentalmente para cada ocasión que se me presente en la vida. Permite que pueda permanecer tranquilo cuando los vientos de tempestad soplan, sabiendo que a nada debo temer. Amén.  


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