Saturday, May 26, 2018

Saturday, May 26 THE LESSON FROM ESAU Genesis 25:27-34


Saturday, May 26
THE LESSON FROM ESAU
GENESIS 25:27-34

He said to Jacob: “Quick, let me have some
of that red stew! I’m famished!”
Genesis 25:30a (NIV)

Esau was famished. We too are hungry.

Many times our hunger involves more than the need for food. From the depths of our hearts we crave meaning and satisfaction in life.

Perhaps we fear to think that we will go through life without it being any more than an ice cube on a hot sidewalk on a summer day. We seek to fill the deep void by buying things, artistic expression, or personal accomplishments. Like Esau, we could be tempted to trade God’s promises for earthly gains.

The short-lived pleasure that Esau felt when he ate the red stew teaches us a lesson about God’s long-term plan.

God wants us to be very clear about what he wants from us. God’s long-term plan is to make Jacob, another of Isaac’s sons, the father of the continuity of the story of salvation. And God stuck to his plan, finally sending Jesus, a descendant of Jacob, to be our Savior. Jesus Christ illuminates our senses to satisfy our inner hunger.

God’s Spirit lives in our hearts, and fills our voids with joy and commitment to his kingdom.


Prayer: Oh God, fill our voids every day by your mercy. In the name of Jesus our Lord. Amen. 

Translation by George Meek
                                                                                                

LA LECCIÓN DE ESAÚ
GÉNESIS  25:27-34

...dijo a Jacob: “Te ruego que me  des  a  comer
de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado..”
Génesis 25:30a

Esaú tenía hambre. Y nosotros también tenemos hambre.

Muchas veces nuestra hambre abarca algo más que la necesidad de alimento. Desde las profundidades de nuestros corazones nosotros anhelamos encontrar significado y satisfacción en la vida.

Quizá tememos pensar que pasaremos por la vida sin que ésta signifique más que un cubo de hielo en una acera caliente en un día de verano. Procuramos llenar el profundo vacío con la adquisición de cosas, expresiones creativas o logros personales. Como Esaú, podemos tener la tentación de relevar las promesas de Dios a cambio de ganancias terrenales.

El placer de corto alcance que sintió Esaú cuando se comió un plato de lentejas, nos enseña una lección acerca del plan de largo alcance de Dios.

Dios quiere que tengamos bien claro lo que Él desea de nosotros. El plan de largo alcance de Dios era hacer de Jacob, el otro hijo de Isaac, la línea para la continuidad de la historia de salvación. Y Dios se adhirió a su plan, mandando finalmente a Jesús, un descendiente  de Jacob, para ser nuestro Salvador. Jesús el Cristo ilumina nuestros sentidos para satisfacer nuestra hambre interior.

El Espíritu de Dios mora en nuestros corazones, y llena nuestros vacíos con alegría y compromiso por su reino.


Oración: Oh Dios, danos satisfacción cada día con tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 

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