Wednesday, December 12, 2018

Wednesday, December 12 Celebration of the dependent church Vegas (Nueva Paz) PAY WHAT YOU OWE ROMANS 13


Wednesday, December 12
Celebration of the dependent church Vegas (Nueva Paz)
PAY WHAT YOU OWE
ROMANS 13

 Let no debt remain outstanding,
except the continuing debt to love one another,
for whoever loves others has fulfilled the law.
  Romans 13: 8

In the Sacred Scriptures we find multiple references about the theme: debts and debtors. It’s worth it to highlight the importance that it had for the Israelites to be free from debts, as well as the consequences that it had for the debtor on being unable to pay the agreed amount. We shouldn’t be surprised that the New Testament gathers sayings of Jesus, where the grace and love of God is also superimposed and reinterprets the Law in this sense.

When we speak of debts we immediately think about the economic factor in terms of money or in the material. Of course, this type of debt generates great discomfort in us. However, there exist other debts, those which we accumulate throughout our life, and that on occasion become heavy burdens that overwhelm us as much or more than owing a few coins. I am referring to the affective debts: the explanations, the “because” that for some reason we never said, the “sorry” that we withhold, the smiles that we mutilated. Debts of love with our sons and daughters that cannot be mitigated with material sacrifices, debts of committed embraces with the family and friends that are not satiated with gifts. God’s economy commands us to love even up to seventy times seven. To pay the debt of love with humanity is the best compliance that we can give to God’s law: …to love our neighbor as our self…

Prayer:  help us, Lord, to construct a world of love and free from debts. Amen.


Translation by John Walter



Celebración de la ID de Vegas (Nueva Paz)
PAGA LO QUE DEBES
ROMANOS 13
 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros;
porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley….
  Romanos 13: 8

En las Sagradas Escrituras encontramos múltiples referencias acerca del tema deudas-deudores. Vale resaltar la importancia que tenía para los israelitas estar libres de deudas, así como las consecuencias que traía al deudor el no poder pagar lo acordado. No debemos extrañarnos que el Nuevo Testamento recoja dichos de Jesús donde también, la gracia y el amor de Dios se sobreponen y reinterpreta la Ley en este sentido.

Cuando hablamos de deudas, inmediatamente pensamos en el factor económico, es decir en el dinero o en lo material. Desde luego que este tipo de deudas nos generan gran malestar. Ahora bien, existen otras deudas, esas que acumulamos a lo largo de nuestra vida y que en ocasiones se convierten en pesadas cargas que nos agobian tanto o más que deber unas cuantas monedas. Me refiero a las deudas afectivas, las explicaciones, los “por qué” que por alguna razón nunca dijimos, los “perdones” que callamos, las sonrisas que mutilamos. Deudas de amor con nuestros hijos e hijas que no pueden mitigarse con sacrificios materiales, deudas de abrazos comprometidos con la familia y los amigos que no se sacian con obsequios. La economía de Dios nos manda a amar hasta setenta veces siete. Saldar la deuda de amor con la humanidad es el mejor cumplimiento que podemos dar a la Ley de Dios: …amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos…

Oración: Ayúdanos, Señor, a construir un mundo de amor y libre de deudas. Amén.



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