Monday, March 4, 2019

Monday, March 4 THE BRIDGE OF THE GOOD ROMANS 3:19-26


Monday, March 4
THE BRIDGE OF THE GOOD
ROMANS 3:19-26

they are now justified by his grace as a gift,
through the redemption that is in Christ Jesus,
Romans 3:24 (NRSV)
There is a place in a town that everyone knows by the name of Bridge of the Good. I have also heard that in a town there is a corner of the good and similar places in other towns. In all places it is the same location: the place where eulogies are said. And because of what in those acts is said and done, the voice of the people has rightly christened the places with these names. Anyone who has undergone the experience of a funeral knows the reason for this name.
Usually, after death, we are proclaimed to be totally good, and time is too short to note all the virtues that adorned our existence. And in many cases the eulogist succeeds, but the public often knows the deceased better and a smile escapes from the lips when listening to the endless list of virtues that we cannot locate in our memory of the person who is being eulogized. But people are like that, and the fact that someone dies is occasion to sanctify, exalt and talk about him, at least at the time of the funeral; although after a few days, we allow ourselves the task of starting to look for those faults that the deceased also had.
Better not to have to enumerate the virtues of anyone, for that would imply that we were all equal, on the same level. Virtues and faults exist, and as we live, we create a balance, filling bit by bit first one side of the scale and then the other. Let us make sure that our balance is inclined on the side of the virtues, even if no one proclaims them; let them speak for themselves.

Prayer: Thank you, Lord, for giving us those good things that adorn our lives; we pray that you help us to eliminate our faults. Amen.


Translation by John Potter

EL PUENTE DE LOS BUENOS


ROMANOS 3:19-26

Siendo justificados gratuitamente por su gracia,
mediante la redención que es en Cristo Jesús.
Romanos 3:24

Existe en un pueblo un lugar que todos conocen con el nombre de Puente de los Buenos. También he oído que en un pueblo existe la esquina de los buenos y lugares similares en otros pueblos. Se trata en todos los casos del mismo sitio: el lugar donde se despiden los duelos. Y por lo que en dichos actos se dice y se hace, la voz popular los ha bautizado con razón con esos nombres. Todos aquellos que han pasado la experiencia de escuchar una despedida de duelo, saben el motivo para este nombre. Por lo general, después de muertos, todos somos buenos, y entonces el tiempo es corto para señalar todas las virtudes que adornaron nuestra existencia. Y en muchos casos el orador acierta, pero el público muchas veces conoce mejor al difunto y una sonrisa entre labios se escapa al escuchar la interminable lista de virtudes que no pueden ubicar en su memoria relacionada con la persona de quien se está hablando.

Pero las personas somos así y el hecho de que alguien muera, es motivo para santificarle, exaltarle y hablar de él, por lo menos en el momento del duelo, aunque después pasados unos días, nos demos a la tarea de empezar a rebuscar aquellas faltillas que también el difunto tenía. Mejor sería no tener que mencionar las virtudes de nadie. Porque eso implicaría que todos estaríamos igual, en el mismo nivel. Pero hay virtudes y hay faltas. Y según vivimos, echamos en una balanza, llenado poco a poco un platillo y otro. Procuremos que nuestra balanza se incline del lado de las virtudes, aunque nadie las proclame, que ellas hablaran por sí solas.

Oración: Gracias Señor te damos por aquellas cosas buenas que adornan nuestra vida. Te pedimos que nos ayudes a eliminar nuestras faltas. Amén.


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