Monday, July 1, 2019

Monday, July 1 ANOTHER WAY OUT REVELATION 22:16-17


Monday, July 1
ANOTHER WAY OUT
REVELATION 22:16-17

“. . . I am the root and the descendant of David,
the bright morning star.”
Revelation 22:16b (NRSV)
            It is not easy to face the future when one is in a situation with no way out. Throughout his book and on many occasions, the writer of Revelation uses the word “victory.” It’s so hard to see victory when everything appears to indicate defeat. Many years ago, I heard about a famous painting exhibited in an art gallery. It was titled, “The King Has Another Move.” It shows a chess player sitting in front of his table. He had no options; his king was in check mate. Resigning and giving up the game was the only option. The painter portrayed tense muscles in the face of the chess player and defeat showed in his eyes. The portrayal was so perfect that it gave the impression of a state of despair. Many came to see the painting where defeat and the feeling of impotence were so clearly displayed to project themselves even into the spirit of the observers.
            A distinguished chess player was found to pass by the painting, and he observed carefully the positions of the pieces on the table. After careful observation, he noted the error that the painter had tried to conceal, and which was beyond the sight of those who didn’t know about the science of chess. But for the intelligent and experienced chess player there was no deception. He realized that the king was able to escape with another move. There was another way out.
            Likewise, in life there are closed situations which offer no alternatives to those who do not look with eyes of faith and are signs that there is no way out. Nevertheless, God offers us another move. This is the lesson that the visionary of Patmos offers us. The King has another move for us; your option is to put that into play in the closed spaces of your life.

Prayer: Lord, make us discover the other move that you offer us in order to conquer our defeats. Amen.


Translation by John Potter

OTRA SALIDA
APOCALIPSIS 22:16-17

… yo soy la raíz y el linaje de David,
la estrella resplandeciente de la mañana
Apocalipsis 22:16b

No es fácil encarar el futuro cuando uno está en una situación sin salida. El escritor de Apocalipsis utiliza a través de todo su libro y en muchas oportunidades la palabra “victoria.” ¡Cuán difícil resulta ver la victoria cuando aparentemente todo indica derrota!

Hace muchos años escuché hablar acerca de un famoso cuadro exhibido en una galería de arte. Se titulaba: “El rey tiene otro movimiento”. Mostraba a un jugador de ajedrez frente a su mesa. No había otra alternativa: su rey estaba en posición de jaque mate. Claudicar y entregar la partida era la única alternativa. El pintor señalaba músculos tensos en la cara del jugador, mirada de derrota en sus ojos; y la caracterización era tan perfecta que daba la impresión de un estado anímico propio de la desesperación. Muchos venían a observar el cuadro ya que la derrota y el espíritu de impotencia se manifestaban claramente, proyectándose al ánimo de los que lo observaban. Acertó a pasar junto al cuadro un destacado jugador de ajedrez y observó con detenimiento las distintas posiciones de las piezas en el tablero. Después de su cuidadosa observación, se percató del error que el artista trataba de esconder, y que resultaba ante la vista de los desconocedores del juego-ciencia; más para el inteligente y experimentado jugador el engaño no resultaba. Se dio cuenta de que el rey le era posible escapar en otro movimiento. Había otra salida. 

También en la vida las situaciones cerradas que no ofrecen alternativas para los que no miran con ojos de fe, es la señal de que no hay salida. Sin embargo, Dios nos ofrece otro movimiento. Esta es la lección que nos trae hoy el vidente de Patmos.

El Rey tiene para nosotros otro movimiento; tu opción es poner en juego esa verdad ante las situaciones cerradas de tu vida.

Oración: Señor, haz que podamos descubrir el otro movimiento que tú nos ofreces para vencer nuestras derrotas. Amén.


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