Sunday, August 9, 2020

Sunday, August 9; SECURITY IN JESUS



August 9, Sunday 
SECURITY IN JESUS
MATTHEW 14:22-33

And Jesus said, “Come.” Then Peter got out of the boat and was walking on the water toward Jesus.

Matthew 14:29 (CEB)

Learning to walk is one of the great challenges of our childhood. We are afraid, we do not want to let go, and only the arms which await us, allow us to take these first steps. As time passes, when we are mature, we must undertake our life journey alone. Nevertheless, sometimes we need support again because the transit is difficult, it scares us, and sometimes we can’t do it alone.
           
Jesus Christ makes up this support. His arms are always ready to help us, but the challenge is to launch ourselves into the furious sea of tests, difficulties, hard moments and questions without answers. Like Peter in today’s text, the Lord is telling us “come”. The decision to walk on these turbulent waters is ours, having faith that in the hour of sadness or insecurity His arms will appear.

Prayer: Lord, permit us to always have the security of your arms in walking the difficult roads we have to confront.


Translation by Pat Metcalf


Agosto 9, domingo 
SEGURIDAD EN JESÚS
MATEO 14:22-33

˝Y él le dijo: «Ven». Entonces Pedro salió de la barca y comenzó a caminar sobre las aguas
 en dirección a Jesús˝.

Mateo 14:29

            Aprender a caminar es uno de los grandes desafíos de nuestra niñez. Sentimos temor, no queremos soltarnos, y solo los brazos de quien nos espera nos permiten dar esos primeros pasos. Al transcurrir el tiempo, cuando ya maduramos, estamos obligados a emprender solos nuestro andar por la vida. Sin embargo, a veces necesitamos nuevamente que nos sostengan, porque el transitar es difícil, nos da miedo, y en ocasiones no podemos hacerlo solos.

            Jesucristo constituye este apoyo. Sus brazos están siempre listos para socorrernos, pero ahora el reto es lanzarnos al mar embravecido que constituyen las pruebas, las dificultades, los momentos difíciles y las preguntas sin respuestas. Al igual que a Pedro en el texto de hoy, el Señor nos está diciendo «ven». La decisión de caminar sobre estas aguas enfurecidas es nuestra, teniendo la fe de que a la hora de la tristeza o la inseguridad, sus brazos aparecerán.


Oración: Señor, permite que siempre tengamos la seguridad de tus brazos para andar por los difíciles caminos que tenemos que enfrentar. Amén.


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