December 7, M0NDAY

Words along the Way

Psalm  85: 8 -13

Let me hear what the Lord will speak, for he will speak peace to his people …

 Psalm 85: 8a (NRSV)

            We have been through a few intense months. A pandemic assaulted our lives and daily challenges were multiplied.  Isolation dominated customs. It reduced ambient noises and the flow of people crossing the streets. The need to wear a mask put barriers to conversations, leaving our voice limited.

            So, it becomes quite an event when we feel a person pass by proclaiming something in the street. We remain attentive to hear what he says, who he is and what he brings that could be of sustenance. But, justly, there is someone who never stops passing every morning, or transmitting words of encouragement, hope, peace to his people, and it is God. His message is always good for our life. Anyone who wants to listen him should only be ready to hear his voice; the one that calms down the stormiest day. His help is close to those who honor him, and at all times he spreads his love like a refreshing drizzle on our hearts.

 

Prayer: God, help us listen to your words of life and may your steps show us the way. Amen.

 

Translated by Pat Metcalf

 

Diciembre 7,  lunes

Palabras en el camino.

Salmo 85: 8 -13

Escucharé lo que dirá Dios el Señor, porque hablará paz a su pueblo

Salmo 85: 8a

            Hemos vivido unos meses intensos. Una pandemia asaltó nuestras vidas y los desafíos diariosfueron multiplicados. El aislamiento dominó las costumbres, redujo los ruidos ambientales, el flujo de personas transitando en las calles. La necesidad de usar una máscara puso barreras a las conversaciones, quedando nuestra propia voz limitada.

            Así, se vuelve todo un suceso cuando sentimos pasar una persona pregonando algo en la calle, nos quedamos atentos para escuchar que dice, quien es y que trae que pudiese ser de sustento. Pero, justamente, hay alguien que nunca deja de pasar cada mañana, ni de trasmitir palabras de aliento, de esperanza, de paz a su pueblo, y es Dios. Siempre su mensaje es bueno para nuestra vida. Toda persona que quiera escucharle solo debe estar presta a oír su voz, esa que calma los más tempestuosos días. Su ayuda está cercana a quienes le honran y en todo tiempo esparce su amor como una llovizna refrescante para nuestros corazones.

Oración: Dios, ayúdanos a escuchar tus palabras de vida, y que tus pasos nos indiquen el camino. Amén.