Wednesday, September 2, 2015

Wednesday, September 2 GOD CALLS US Jeremiah 1:4-17

Wednesday, September 2
GOD CALLS US
Jeremiah 1:4-17

“I am the Lord’s servant. May it be to me as you have said.”

Luke 1:38

Is there such a thing as a vocation? There are hundreds of thousands of responses to this question. The only intelligent way to answer this question, without falling into intellectual speculation, is to conduct a personal examination of existence itself.
Jeremiah reveals little to us about his personal experience with vocation.  His calling is traced through a dialogue between God and the prophet, and two narrated visions:  the one about the almond branch and the one about a boiling pot, both of which seem rather vulgar for such a transcendental mission as the one that God was demanding of him.
Jeremiah’s personal experience was something intimate, different from the stories of Moses and Isaiah’s callings.  It is the fruit of an experiential encounter with the Lord, whose  memory strengthened him when his anguish and his failings as a prophet weakened him.
God lets us know his will for our lives in different ways.  There is no unique pattern: it can be in extraordinary circumstances, such as occurred with Moses and Isaiah; or through an intimate dialogue, as was the case with Jeremiah.

Oración: Lord, here I am, send me. Amen.

DIOS NOS LLAMA
Jeremías 1:4-17

“Yo soy la sierva del Señor.
¡Cúmplase en mí lo que has dicho!” Luke 1:38

¿Existe la vocación? Para responder a esta pregunta existen cientos de miles de respuestas. El único recurso inteligente para responder a esta pregunta, sin caer en la especulación intelectual, es la del examen personal de la propia experiencia.
Es poco lo que nos revela Jeremías acerca de su experiencia personal de vocación. Su llamamiento se traza a través de un dialogo entre Dios y el profeta, y dos visiones que se narran: la de la rama de almendro y la de una olla que hierve, que resultan bien vulgares para una misión tan trascendental como la que le estaba demandando Dios.
La experiencia personal de Jeremías fue algo íntimo, diferente de los relatos de llamamiento de Moisés e Isaías. Es el fruto de un encuentro vivencial con el Señor, cuyo recuerdo lo fortaleció cuando sus angustias y fracasos como profeta lo debilitaban.
Dios nos da a conocer su voluntad para nuestras vidas en formas diferentes, no hay un patrón único, puede ser en circunstancias extraordinarias, como ocurrió con Moisés e Isaías; o   a través de un diálogo íntimo, como fue el caso de Jeremías.

Oración: Señor, aquí estoy yo, envíame a mí. Amén.


No comments:

Post a Comment