Saturday, February 7
HONOR
THOSE WHO DESERVE TO BE HONORED
PSALM 150
“David
told the leaders of the Levites to appoint their brothers as singers to sing
joyful songs, accompanied by musical instruments: lyres, harps and cymbals.”
1
Chronicles 15:16
Have you ever thought about the marvelous effect
of music on our state of mind? Music
infects us with joy, or brings to mind marvelous memories from the past; music allows
us above all else to praise God and to sing of his wonders. Liturgists and
musicians have undoubtedly played a very important role in the history of the salvation
of the Israelites.
The work done today by those in the ministry of
music in our churches also deserves praise.
We invite you to consider the precious time that these people, many of
them anonymous, dedicate to the Lord, be it in a worship service or for a
special event. At times these people are
responsible for salvaging old hymns, which, without their ministry, would
remain forgotten. It is through these new rhythms and melodies that we discover
indigenous forms of worshipping God. Let
us thank God for the lives of these people, because they share their gifts and
strengthen our faith, bringing new inspiration with new and old hymns. Let us also uphold their ministries through
our prayers, our gratitude, our respect and our participation during the times
of praise and worship that they provide.
Prayer: God of music and of rhythms, permit us to recognize the sacrificial work
done by those who devote themselves to the ministry of music in our Churches. Just as you have called these people to serve
you, help us to discover our gifts and to share them within our faith
communities. Amen.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE
SALMO 150
“Además, David les dijo a los jefes de los levitas que de entre
sus parientes designaran cantores con instrumentos musicales,
es decir, con salterios y arpas y címbalos, y que los tocaran
y levantaran alegremente su voz”
1 Crónicas 15:16
¿Se han puesto a pensar en el
maravilloso efecto de la música en nuestro estado de ánimo? La música nos contagia de alegría, o nos trae
al presente recuerdos maravillosos del pasado, la música nos permite por sobre
todas las cosas alabar a Dios y cantar sus maravillas. Sin dudas los
liturgistas y músicos jugaron un papel muy importante en la historia de
salvación del pueblo de Israel.
También
hoy es meritorio el trabajo que hacen algunas personas en el ministerio de la
música en nuestras Iglesias. Les invitamos a reflexionar en el tiempo precioso
que estas personas, muchas veces anónimas, dedican al Señor ya sea en un culto
de adoración o una actividad especial. En ocasiones estas personas son las
responsables del rescate de antiguos himnos, que de no ser por su ministerio,
quedarían olvidados. Asimismo nos
descubren a través de nuevos ritmos y melodías formas muy autóctonas de alabar
a Dios. Agradezcamos a Dios por la vida de estas personas, porque comparten sus
dones y fortalecen nuestra fe, trayendo nuevas inspiraciones con nuevos o antiguos himnos. Sostengamos
también sus ministerios con nuestras oraciones, nuestra gratitud, nuestro
respeto y nuestra participación en los
espacios de alabanza y adoración que propician.
Oración:
Dios de la música y de los ritmos, permítenos reconocer el trabajo sacrificado
que hacen las personas que se entregan al ministerio de la música en nuestras
Iglesias. Así como has llamado a estas personas a servirte, ayúdanos a
descubrir nuestros dones y compartirlos en nuestras comunidades de fe. Amén
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