Sunday, November 24th

GOD OF BLESSINGS

Deuteronomy 7:13-14

He will love you and bless you and increase your numbers. He will bless the fruit of your womb, the crops of your land—your grain, new wine and olive oil—the calves of your herds and the lambs of your flocks in the land he swore to your ancestors to give you.

Deuteronomy 7:13 (NIV)

We should constantly bless people; by blessing we demonstrate our trust in God. It is an act of faith, in which we ask God for his divine protection over a person knowing that He will do it.

In these verses God promises the people his blessing. Here the Lord encourages them and promises them victory. And our God fulfills his promises. How was it that Israel deserved to be chosen above all the nations of that time? It was not because of Israel’s merit, but rather because of God’s faithfulness to the promise He made to Israel’s forefathers.

Just as God chose Israel, today He has chosen all believers to be part of his treasured possession, for everyone to be His chosen people. Similarly, it is not by our own merit that we have come to faith in Christ. Rather, God chose us out of His goodness and grace.

Prayer: Beloved Father, we make this our promise, we trust in your love and fidelity. Amen.   

Translation by Sue Metcalf Smith

 

 

Noviembre 24, domingo

DIOS DE BENDICIÓN

Deuteronomio 7:13-14

Te amará, te bendecirá y te multiplicará, bendecirá el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, tu grano, tu mosto, tu aceite, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas, en la tierra que juró a tus padres que te daría.

Deuteronomio 7:13

Debemos continuamente bendecir a las personas, al bendecir demostramos nuestra confianza en Dios. Es un acto de fe, en el que le pedimos a Dios su protección divina sobre una persona sabiendo que lo hará.

Dios en estos versos les promete al pueblo su bendición, aquí el Señor los anima y les promete victoria. Y nuestro Dios cumple con sus promesas. ¿Cómo fue que Israel mereció ser escogida por sobre todas las naciones de aquella época? No fue por mérito de Israel, sino por la fidelidad de Dios a su promesa a los antepasados de Israel.

De la misma manera que Dios escogió a Israel, hoy en día ha escogido a todos los creyentes para ser parte de su preciada posesión, a todas y todos para ser pueblo suyo. De manera similar, no es por mérito propio que hemos llegado a la fe en Cristo. Más bien Dios nos escogió por su bondad y su gracia.

Oración: Padre amado, hacemos esta promesa nuestra, confiamos en tu amor y fidelidad. Amén.