November 22, Friday
AN EXTRAORDINARY CLEANING
Luke 19: 45-48
When Jesus entered the temple courts, he began to drive out those who were selling.
Luke 19:45 (NIV)
In our homes, we should do general cleaning from time to time to get rid of everything that we do not use or is in bad condition, and in this way, by this reorganize ourselves. Psychologists consider that using this technique is very good for our physical and mental health.
Imagine a temple full of people selling goods as if it were a market fair. This was intolerable. This is how Jesus found the temple when he arrived. The temple in Jerusalem was for the Jews the unique temple of the one God, where the priests offered the sacrificed animals and celebrated the true worship. Only the priests entered there to offer incense, while the crowd gathered in the paved courtyards around it. In these courtyards the sellers and moneychangers had entered, who provided the birds and animals for the sacrifices. The priests had become accustomed to this and their leader made his profit from all this selling.
Jesus was not a priest or a temple guard. But that temple was his father's house, so he drove them all out.
Prayer: Beloved Father, make us worthy of you, that we may be faithful to you, always fulfilling your will. Amen.
Translation by Pat Metcalf
Noviembre 22, viernes
UNA LIMPIEZA EXTRAORDINARIA
Lucas 19: 45-48
Entrando en el templo comenzó a echar fuera a todos los que vendÃan y compraban en él.
Lucas 19:45
En nuestras casas cada cierto tiempo debemos hacer limpiezas generales para deshacernos de todo aquello que no usamos o está en mal estado, y asà reorganizarnos. Los psicologos consideran que utilizar esta técnica es muy buena para nuestra salud fÃsica y mental.
Imaginemos un templo lleno de personas vendiendo mercancÃas como si fuera una feria del mercado, algo intolerable, asà se encontró Jesús el templo cuando llegó. El templo de Jerusalén era para los judÃos el templo único del único Dios, en el que los sacerdotes ofrecÃan los animales sacrificados y celebraban el culto verdadero. Ahà solo entraban los sacerdotes para ofrecer el incienso, mientras la muchedumbre se reunÃa en los patios pavimentados que habÃa alrededor. En esos patios se habÃan introducido los vendedores y cambistas que proporcionaban las aves y los animales para los sacrificios. Los sacerdotes se habÃan acostumbrado a todo eso y el jefe de ellos sacaba sus ganancias de toda esta venta.
Jesús no era sacerdote ni guardia del templo. Pero ese templo era la casa de su padre, por ese motivo los echó afuera a todos.
Oración: Padre amado, haznos dignos de ti, que podamos ser fieles a ti, cumpliendo siempre con tu voluntad. Amén.
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