Wednesday, March 6, 2019

Wednesday, March 6 Ash Wednesday GOD’S LOVE JOHN 3:16-21


Wednesday, March 6
Ash Wednesday

GOD’S LOVE
JOHN 3:16-21

For God so loved the world that he gave his only Son,
so that everyone who believes in him may not perish but may have eternal life.
John 3:16 NRSV)
In one of his religious dramas, the great Spanish poet, Calderón, introduces us to a young Roman woman, in the early days of Christianity, vowing to herself not to marry except to the man who proves his love by endangering his life for her.
The young woman, being of Roman nobility, listened one day to a traveling preacher in the street who announced the story of the one who wanted, for love of sinners, to make his life an atonement, dying on the cross.
She felt that she had found the being worthy of her love and became one of his faithful followers. Finally, the poet shows the heroine Daria, sealing her witness in martyrdom, corresponding to the love of the one who had died for her.
The way in which God has made us know his love is eloquent and palpable: he has given his own Son so that we may find in his sacrifice the way of salvation. There is no other way of expressing love than that of sacrifice. In Christ is the proof of God’s love. It is not necessary, like Daria, to try to pay for it with martyrdom. The heart’s simplest faith is enough.


Prayer: We give you thanks, God, for the gift of Jesus Christ. Today, as we begin the season of Lent, we appreciate in such a way the sacrifice of your love, that we make the cross of Christ our own.


Translation by John Potter

Miércoles de Ceniza

EL AMOR DE DIOS
JUAN 3:16-21

De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16

En uno de sus dramas religiosos, el gran poeta español, Calderón, nos presenta a una joven romana, en los primeros tiempos del cristianismo, jurándose a sí misma no darse al matrimonio sino al hombre que pruebe su amor hacia ella poniendo en peligro su vida por ella.

La joven, perteneciente a la nobleza romana, un día escuchó a un predicador ambulante, quien en la calle anunciaba la historia del que quiso, en amor a los pecadores, poner su vida en expiación, muriendo en la cruz.

Ella sintió que había hallado al ser digno de su amor y se convirtió en una de sus fieles seguidoras. El poeta presenta, al fin, a la heroína Daria, sellando su testimonio con el martirio, en correspondencia al amor del que había muerto por ella.

La forma en que Dios nos ha dado a conocer su amor es elocuente y palpable: ha entregado a su propio Hijo para que hallemos en su sacrificio el camino de la salvación. No hay otra forma de expresar el amor que ésta del sacrificio. En Cristo está la prueba del amor de Dios. Y para que ese amor sea efectivo en nosotros, no se nos pide otra cosa que creamos. No es necesario aceptar el amor de Dios, como Daria, tratando de pagarlo con el martirio. Es suficiente la más sencilla fe del corazón.

Oración: Gracias te damos, Dios nuestro, por la dádiva de Jesucristo. Hoy, cuando comenzamos la Cuaresma, apreciamos de tal forma el sacrificio de tu amor, que hacemos nuestra la cruz de Cristo. Amén.


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