December 18, Wednesday
GOD WILL LIFT UP A LEADER
Jeremiah 23: 5-8
The days are surely coming, says the Lord, when I will raise up for David a righteous Branch, and he shall reign as king and deal wisely, and shall execute justice and righteousness in the land.
Jeremiah 23:5 (CEB)
The text we have read fills us with hope. The people of God have always faced difficulties, but they always have had an answer to their prayers. In the days of Jeremiah, the Northern kingdom had fallen just like a large part of Judah. Jeremiah counseled the people of Jerusalem to surrender to Babylon, but to many it seemed like a wild idea and they called him a traitor.
This happens to us today as well. We face very difficult situations in our daily lives, and at times those situations drive us to desperation. And there are times when we make decisions that seem to others like betrayal. However, God does not abandon us. Just as God lifted Jeremiah to listen to the clamor of the people, God will also lift up other leaders who will give us the best advice for alleviating our burdens. But it is very important that we remember God’s teachings. As the people of God, we should follow God’s commandments. We should continue proclaiming peace, justice and hope; carrying the Gospel to all people, but with concrete acts of love, brotherhood and solidarity. And above everything, we should hold on to the absolute certainty that, in the midst of our worst difficulties, God is at work and visible in our lives.
Prayer: God of life, allow us to see you through the leaders you put in our path in order to guide us toward you. Amen.
Translation by Deborah McEachran
Diciembre 18, miércoles
DIOS LEVANTARÁ UN LÍDER
Jeremias 23: 5-8
Vienen días en que haré que un descendiente de David surja como rey. Y será un rey justo, que practicará la justicia y el derecho en la tierra. -Palabra del Señor
Jeremías 23:5
El texto que hemos leído nos llena de esperanza. El pueblo de Dios siempre ha enfrentado dificultades, pero siempre ha tenido una respuesta a sus oraciones. En los tiempos de Jeremías, el reino del Norte había caído, así como gran parte de Judá. Jeremías aconsejó al pueblo de Jerusalén para que se rindiera ante Babilonia, pero para muchos parecía una idea descabellada y le tildaban de traidor.
Hoy también nos sucede muy parecido. Tenemos que enfrentar situaciones muy duras en nuestra cotidianidad, que en ocasiones pudieran llevarnos a la desesperación. Y hay momentos en que tomamos decisiones que muchos pudieran considerar como traición. Sin embargo, Dios no nos desampara. Al igual que levantó a Jeremías al escuchar el clamor de su pueblo, levantará también otros líderes que nos darán los mejores consejos para aliviar nuestras cargas. Pero es bien importante que recordemos sus enseñanzas. Como pueblo de Dios, debemos cumplir con sus mandamientos. Debemos continuar proclamando paz, justicia, esperanza. Llevando el Evangelio a todas las personas, pero con actos concretos de amor, de hermandad, de solidaridad. Y sobre todas las cosas, con la certeza absoluta de que, en medio de nuestras mayores dificultades, Dios está obrando y se está manifestando.
Oración: Dios de la vida, permite que podamos verte a través de los líderes que nos pones en el camino para guiarnos hacia ti. Amén.