December 17, Tuesday
DON’T CRY!
Luke 7: 11-17
When the Lord saw her, he had compassion for her and said to her, “Do not weep.”
Luke 7:13 (CEB)
No human being is exempt from experiencing heartbreaking circumstances. The loss of a loved one is one of these circumstances that wounds our emotions and paralyzes our energy to continue on in the ways of hope. In moments like this, comforting words can make the pain subside. Don’t be afraid; you are not alone; have faith.
Today’s text shows a mother’s pain, and Jesus has compassion on the woman experiencing the physical loss of her only son. He comes near, touches the coffin and with one sentence returns life to the young boy. With this act, hope and strength also return to the mother.
Jesus says today to those who suffer: Don’t cry! Yes! There are many widows who need someone to accompany them, to bring happiness and to lift them up. There are many wounds to heal! Jesus invites us to look at our reality and sensitize ourselves with all creation which is mistreated, damaged and discouraged.
Let us come close and touch the coffins of those who suffer in sadness. Let us feel enough love to overcome death. May hope expand so we can proclaim: Don’t cry!
Prayer: Lord, thank you for your sustenance in the most difficult times. We are part of your creation and we have a responsibility to care for the most vulnerable. Amen.
Translation by Deborah McEachran
Diciembre 17, martes
¡NO LLORES!
Lucas 7: 11-17
Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
Lucas 7:13
El ser humano no está exento de transitar por circunstancias desgarrantes. La pérdida de un ser amado es una de esas circunstancias que laceran las emociones y paralizan las energías para continuar los caminos de la esperanza. En momentos así, palabras de consuelo amainan el dolor: No temas; No estás solo/a; Ten fe.
El texto de hoy muestra el dolor de una madre y Jesús tiene compasión de quien experimenta la pérdida física de su único hijo. Se acerca, toca el féretro y con una frase devuelve la vida al joven. Con este gesto, también regresan las esperanzas y las fuerzas de la madre.
¡No llores! - dice Jesús hoy a quienes sufren. ¡Sí! hay tantas viudas que acompañar; alegrar y levantar. ¡Hay tantas heridas que curar! Jesús nos invita a mirar nuestra realidad y sensibilizarnos con la creación toda, maltratada, dañada y desanimada.
Acerquémonos y toquemos los féretros de quienes padecen tristeza. Sintamos el amor suficiente para vencer las muertes. Que la esperanza alcance para proclamar: ¡No llores!
Oración: Señor, gracias por tu aliento en los momentos más duros. Somos parte de tu creación y tenemos responsabilidad de cuidado con los más vulnerables. Amén.
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