Friday, June 11
THE GOD OF RECONSTRUCTION
Micah 4:1-7
In that day, declares the Lord, “I will gather the lame, I will assemble the exiles and those who I have brought to grief. I will make the lame my remnant, those driven away a strong nation…(NIV)
Micah 4:6-7
We are fortunate because, both in the past and the present, our God is in the rebuilding business. In this passage Micah records God’s promise to rebuild Judah after the invaders destroyed it. The nation that had strayed from God’s commandments and relied on its own wisdom now faces death and destruction. God did not protect them from the consequences of their crimes. But God, through Micah, gives them a message of hope: after the destruction, God will rebuild.
We are much like Judah. We make selfish egotistical decisions without consulting God. When we do that, we can ruin all the good in ourselves, and other people, and in our world. When our faith relationship with God is broken, our perspective, like Judah’s, becomes different from God’s perspective. We value things that God does not value. Unable to heal ourselves, we turn to God who loves us and begins the process of rebuilding our broken lives. God is good at rebuilding. Doing things God’s way avoids the pain of rebuilding.
Prayer: Lord, strengthen us to avoid the temptation to follow our desires rather than your will. Restore our spiritual health. Amen.
Translation by John Walter
Junio 11, viernes
EL DIOS DE LA RECONSTRUCCIÓN
Miqueas 4:1-7
…yo recogeré a la oveja coja, reuniré a la perseguida, y a la que yo había maltratado. De las cojas haré un Resto, de las alejadas una nación fuerte…
Mi. 4:6-7
Somos afortunados porque nuestro Dios, en el pasado y en el presente, está en el negocio de la reconstrucción. En este pasaje, Miqueas registra la promesa de Dios de reconstruir a Judá después que los invasores la destruyeran. La nación que se había apartado de los mandamientos de Dios y había dependido de su propia sabiduría, ahora se enfrenta a la destrucción y la muerte. Dios no los protegió de las consecuencias de sus delitos. Pero Dios, a través de Miqueas, les da un mensaje de esperanza: después de la destrucción, Dios va a reconstruir.
Somos muy parecidos a Judá: tomamos decisiones egoístas sin consultar a Dios. Cuando hacemos eso, podemos arruinar todo lo bueno que hay en nosotros, en otras personas y en nuestro mundo. Cuando nuestra relación de fe con Dios se rompe, nuestra perspectiva, como la de Judá, se torna diferente a la perspectiva de Dios. Valoramos cosas que Dios no valora. Incapaces de sanarnos a nosotros mismos, nos volvemos a Dios, quien nos ama y comienza el proceso de reconstruir nuestras vidas quebrantadas. Dios es bueno reconstruyendo. Hacer las cosas como Dios quiere evita el dolor de la reconstrucción.
Oración: Señor, fortalécenos para que evitemos la tentación de seguir nuestros deseos en lugar de tu voluntad. Restaura nuestra salud espiritual. Amén.
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