May 5, Wednesday

Anniversary of San José de los Ramos Church

 TELLING STORIES

Mark 5:1-20

Go home to your own people and tell them how much the Lord has done for you.

Mark. 5:19(NIV)

           Recovery groups like Alcoholics Anonymous offer clear self-help principles and methods, but the power of the group comes from the stories told. The meetings themselves are essentially sessions where they share stories. As group members share their stories, they remember who they are, their experiences and their hope for the future. Members have sponsors who work with them throughout their lives, helping them continue in their recovery.

           In this sense the Church is really a recovery group for sinners. By telling our stories, we become aware of who we are. We share our experiences and remind each other where our hope is.

           Today I want us to focus on two characters from the Old Testament and their stories. One is Jacob, Isaac’s son. He was a fast-talking hustler who needed to discover that he had to stop trying to direct his own life. The other is David, king of Israel. He was a passionate follower of God who had to learn how easily his passions could lead him astray.

 

Prayer: Lord, guide us by the Holy Spirit to rediscover the old history of your grace toward us. Amen.

 

Translation by Pat Metcalf

 

Mayo 5, miércoles

Aniversario Iglesia San José de los Ramos

CONTANDO HISTORIAS

Marcos 5:1-20

Vete a tu casa, con tus parientes, y cuéntales todo lo que el Señor te ha hecho…

Mr. 5:19

           Grupos de recuperación como Alcohólicos Anónimos ofrecen principios y métodos de autoayuda bien claros, pero el poder de este grupo viene de las historias contadas. Las reuniones en sí son esencialmente sesiones donde comparten historias. Mientras los miembros del grupo comparten sus historias, recuerdan quienes son, sus experiencias y sus esperanzas para el futuro. Los miembros cuentan con patrocinadores que trabajan con ellos a través del curso de su vida, ayudándoles a seguir en su recuperación.

           En este sentido la Iglesia es en realidad un grupo de recuperación para los pecadores. Al contar nuestras historias, tomamos conciencia de lo que somos, compartimos nuestras experiencias, y nos recordamos mutuamente donde está nuestra esperanza. Compartimos lo que el Señor ha hecho por nosotros. Hoy quiero que nos enfoquemos en las historias de dos personajes del Antiguo Testamento. Uno es Jacob, el hijo de Isaac, era un buscavidas de rápido hablar quien necesitaba descubrir que tenía que dejar de tratar de dirigir su propia vida; el otro es David, rey de Israel, era un seguidor apasionado de Dios, quien tenía que aprender cuan fácilmente sus pasiones lo podrían llevar por mal camino.

 

Oración: Señor, guíanos por medio de tu Espíritu a descubrir de nuevo la vieja historia de tu gracia para con nosotros. Amén.