Monday, May 24, 2021

 

Monday, May 24

LOOKING AT OURSELVES

Luke 18:9-14

But the tax collector. . . would not even look up to heaven. . . .

Luke 18:13 (NRSV)

            The people to whom Jesus told this story were very familiar with the Pharisees and tax collectors. Here Jesus teaches that we do not become right with God by our own merits. It is always through God’s mercy based in grace.

            In his prayer, the Pharisee proclaimed his good works and then pointed with his finger, saying, “God, I thank you that I am not like other people. . . or this tax collector.” According to his own way of thinking, he did not need God’s mercy. Then Jesus described the very different prayer of a person who saw the need for mercy. The tax collectors were seen as traitors, leeches in society, who were to be avoided. And this man was not one claiming self-gained justification. Without pretenses and with an aching heart, the man begged for God’s mercy.

            Pride makes no place for mercy nor sees need for pardon. Grace does not occur when we are filled with personal pride. Jesus declared the publican justified. Jesus’ parables force us to look at ourselves. With whom do we identify–the Pharisee or the tax collector? What does Jesus teach?

 

Prayer: Lord Jesus, thank you for making us look at ourselves. Help us also to realize when we pretend to be better than others. We need your grace. Amen.

 

Translation by John Potter

 

Mayo 24,   lunes

MIRANDONOS A NOSOTROS MISMOS

Lucas 18:9-14

Pero el cobrador de impuestos…ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo…

Lc. 18:13

            Las personas a las quien Jesús contó esta historia estaban muy familiarizadas con los fariseos y colectores de impuestos. Aquí Jesús enseña que no llegamos a estar bien con Dios por nuestros propios méritos. Es siempre por la misericordia de Dios basada en su gracia.

            El fariseo, en su oración, proclama sus buenas obras y luego señala con el dedo, diciendo: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás… ni como ese cobrador de impuestos”. Según su propia forma de pensar, ni siquiera necesitaba la misericordia de Dios. Entonces Jesús describió la oración muy diferente de una persona que veía su necesidad de misericordia. Los recaudadores de impuestos eran vistos como traidores, sanguijuelas en la sociedad, personas que deben evitarse. Y este no era alguien clamando justicia auto-ganada. Sin pretensiones y con un corazón adolorido, el hombre rogó por la misericordia de Dios.

            El orgullo no encuentra lugar para la misericordia, no hay necesidad de perdón. La gracia no tiene lugar cuando estamos llenos de orgullo personal. Jesús declaró al publicano justificado. Las parábolas de Jesús hacen que nos miremos a nosotros mismos. ¿Con quién nos identificamos – el fariseo o el recaudador de impuestos? ¿Qué escucha Jesús?

 

Oración: Señor Jesús, gracias por hacernos mirarnos a nosotros mismos. Ayudanos también a darnos cuenta cuando pretendemos ser mejores que otros. Necesitamos tu gracia. Amén.

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