July 7, Wednesday 

WITH EYES FIXED ON THE LORD

Psalm 9

Those who know your name trust you because you have not abandoned any who seek you.

Psalm 9:10(CEB)

            There are many situations that can cause us fear: work insecurity, health problems, family discussions, problems in our world. In those situations, we act in various ways; some reactions paralyze us instead of motivating us to continue to face the problem. Under the pressure of circumstances, we often think that God forsakes us, but that will never happen. The Lord is always with his children, ready to help them. He is a loving God and according to his Word, everything that happens, happens to our good.

            Fear really can be a destructive feeling if we deny the Lord the possibility of participating in our conflict. He expects an invitation from us to act on the situation, relying on his power to resolve it.

            It’s not easy, but in the face of an affliction that tries to dominate us, we must fight against feelings that can confuse us and weaken our trust in God. We can’t allow the tendency to escape reality, the bitterness or denial of the reality of the problem, to divert our gaze from where our liberation will come: our God

            The Lord is trustworthy. We must entrust  our lives and adverse circumstances to his wisdom, goodness, and love.

 

Prayer:  Thank you Lord for the gifts you give me. No matter what happens, help me always to use them for you. Amen.

 

Translation by Pat Metcalf

 

Julio 7, miércoles

CON LOS OJOS FIJOS EN EL SEÑOR

Salmos 9

Los que te conocen confían en ti, pues nunca los abandonas cuando te buscan

Salmos 9:10

            Son muchas las situaciones que pueden causarnos miedo: inseguridad en el trabajo, problemas de salud, discusiones en la familia, problemas de nuestro mundo, etc. En esas situaciones  actuamos de diversas maneras; algunas reacciones, sin embargo, nos paralizan  en vez de motivarnos a proseguir y afrontar el problema. Bajo la presión de las circunstancias, muchas  veces pensamos que Dios nos abandonó, pero eso nunca ocurrirá. El Señor está siempre junto a sus hijos, dispuesto a ayudarlos. Es un Dios amoroso, y todo lo que sucede, según su Palabra, contribuye a  nuestro bien.

            El miedo realmente puede ser un sentimiento destructivo si negamos al Señor la posibilidad de participar en nuestro conflicto. Él espera una invitación de nuestra parte para actuar en la situación, confiando en su poder para resolverlo.

            No es fácil,  pero ante una aflicción que intenta dominarnos, debemos luchar contra algunos sentimientos que pueden confundirnos y debilitar nuestra confianza en Dios. No podemos permitir que la tendencia a escapar de la realidad,  la amargura o la negación del problema, desvíen nuestra mirada de donde vendrá nuestra liberación: nuestro Dios.

 

            El Señor es confiable. Debemos confiar nuestras vidas y las circunstancias adversas a su sabiduría, bondad y amor.

 

Oración: Gracias Señor, por los dones que me das. No importa lo que ocurra, ayúdame a que siempre los use para ti. Amén.