Saturday, February 15
THE POWER GOD OFFERS US
LAMENTATIONS 3:22-33
“For he does not willingly bring affliction or grief to the
children of men.”
Lamentations 3:33
No one’s life is free of difficulties and testing. They are
the birthright of all humanity; but the important thing is how we react to
them. Do we overcome them or allow them to dominate us? Someone once said: “It
is sheer blasphemy for a Christian to say that nothing could be done about a
certain situation”. If we trust in God’s word, then we shall be more than
conquerors. There may be nothing more
that we can do by our own strength, but we will be greatly astonished by what
we can do when we use the power that God offers us. We often wish to resolve
our difficulties by forcing their outcomes, when we could emerge from them with
greater happiness through the open gate which is prayer and surrendering all
our anxiety to the Lord. His promise is: “I am with you in order to free you”
and what He has promised, He will do. That the Lord is with us and that He
gives us the power to deal with difficulties is something real and true and
certain. Open your heart to the Lord; trust in his promises and you will see
the positive results for yourself.
Prayer: Our God, You have opened the eyes of our
hearts so that we can know You. We beg you;
be our help and our fortress, have mercy on the humble, lift those who
have fallen, and reveal yourself to those who are in need. For the sake of Christ, amen.
EL PODER QUE
DIOS NOS OFRECE
LAMENTACIONES 3:22-33
“Porque no aflige ni entristece voluntariamente
a los hijos de los hombres”
Lamentaciones 3:33
No hay vida que esté
libre de dificultades y pruebas. Son patrimonio común de toda la humanidad;
pero lo importante es cómo reaccionamos ante ellas. ¿Las vencemos o dejamos que
ellas nos dominen? Alguien dijo una vez: “es crasa blasfemia que un cristiano diga
que cierta situación no tiene remedio”. Si confiamos en la palabra de Dios,
entonces seremos más que vencedores. Con nuestras propias fuerzas nada más
podemos hacer; pero nos asombrará grandemente lo que sí podemos lograr cuando
empleamos el poder que Dios nos ofrece. Con frecuencia queremos remediar
nuestras dificultades forzando las salidas, cuando podemos salir con mayor
felicidad a través de la puerta abierta que es la oración y podemos entregar al
Señor toda nuestra ansiedad. Su promesa es: “Contigo estoy para librarte” lo
que Él ha prometido lo cumplirá. Que el Señor está con nosotros y que nos da el
poder para enfrentarnos a las dificultades; es algo real, verdadero, seguro.
Acude al Señor, confía en sus promesas y verás por ti mismo los resultados
positivos.
Oración: Nuestro Dios, Tú has abierto los
ojos de nuestros corazones para que puedan conocerte. Te imploramos, sé nuestro
socorro y nuestra fortaleza, ten piedad de los humildes, levanta a los que han
caído, y revélate a los que están en necesidad. Por Cristo, amén.
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