February 28, Friday
FREE YOUR BROTHERS
JOHN 19: 38-40
Then you will know the truth and the truth will set you free.
John 8: 32 (CEB)
Jesus, dying on the cross, became in
solidarity with the crucified of all times, assuming the same suffering for
freedom, not to remain nailed and ridiculed on the cross, his resurrection
affirming that there should be no more
oppression that de-humanizes. Jesus won
over death in order to “free” his brothers and sisters; and this is the great
task of the collaborators of the Kingdom: free others with love, compassion,
justice while proclaiming the beatitudes.
Asking God the Father to be placed
at the side of Jesus to follow him is also to commit oneself to walking the way
of the Church, that is the human being, and walking this way supposes
collaborating with humanization of all life:
humanizing work, education, relationships, family and integral society.
Freeing the crucified ones is
breaking the nets and chains that have made slaves of those like us, it is to
help, giving life if it were necessary to free others, with the knowledge of
the Truth. And this process of conversion
will free us from ourselves, from our selfish criteria, and it will help us to
open the heart in order to free it of all that enslaves, achieving in God the
needed renovation that allows us to be truly free.
Prayer: Lord, teach us to break the chains of our life, and to break
those of our neighbors. Amen.
Translation by Deborah McEachran
Febrero 28,
Viernes
DESCLAVA A TUS HERMANOS
JUAN 19: 38-40
Y conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres
Juan 8: 32
Jesús,
al morir en la cruz, se hace solidario con los crucificados de todos los
tiempos, asume el mismo sufrir para liberar, no para quedar clavado y
escarnecido en la cruz, su resurrección afirma que no debe haber más opresiones
que deshumanicen. Jesús vence la muerte para “desclavar” a sus hermanos; y esta
es la gran tarea de los colaboradores del Reino: desclavar a otros con el amor,
la compasión y la justicia, al modo proclamado en las Bienaventuranzas.
Pedir a
Dios, el Padre, ser puestos al lado de Jesús para seguirle, es también
comprometerse a recorrer el camino de la Iglesia, que es el del ser humano, y
recorrer este camino supone colabo-rar con la humanización de toda vida:
humanizar el trabajo, la educación, las relaciones, la familia, la sociedad
íntegra.
Desclavar
a los crucificados es romper las redes y cadenas que hacen esclavos a los
semejantes, es ayudar, entregar la vida si fuese necesario para liberar a
otros, con el conocimiento de la Verdad. Y este proceso de conversión nos va a
librar de nosotros mismos, de nuestros criterios egoístas, y nos ayudará a
abrir el corazón para liberarlo de todo lo que esclaviza, a lograr en Dios la
necesaria renovación que nos permita ser verdaderamente libres.
Oración: Señor, enséñanos a desatar las cadenas de nuestra vida, y
a desatar las de nuestros semejantes. Amén.
No comments:
Post a Comment