Tuesday, February 11
Anniversary
of the “ Juan G. Hall” Church (Cárdenas)
HARMONY IN THE
FAMILY OF FAITH
GALATIANS 6:1-10
So then, whenever
we have an opportunity, let us work for the good of all...
Galatians 6:10a (NRSV)
In an
orchestra many people are playing different notes, but they do it in such a way
as to achieve a harmony of sounds that produces a reult agreeable to our ears.
Harmony is a very necessary part of many aspects of life. Divisions are
luxuries that we cannot and must not allow ourselves.
Above all
it is necessary to search and struggle for the unity of the People of God. Divisions in the Church have always produced
negative results. In the Old Testament we find a sense of unity that is unique.
What affects one member of the community affects all. The feeling of being
God's people develops in a very definite way, with a clear awareness of their
role as a community.
Today we
are facing a time that tries to give a different meaning to the expression of
the Christian faith. It is what we call ecumenism. But ecumenism doesn’t
necessarily imply that we must unite organically into one administrative body,
like a monolithic entity. The unity we pursue is of a different sort. It is the
unity that has already been given in Christ, and which we must simply manifest
in testimony, as the Lord asked: “That they may all be one so that the world
may believe”
Prayer: Lord, we ask you to help your Church to be a Church United.
We pray in Jesus’ name. Amen.
Translation
by John Potter
Febrero 11, Martes
Aniversario de la Iglesia “ Juan G. Hall”
(Cárdenas)
ARMONIA EN LA FAMILIA DE LA FE
GALATAS 6:1-10
Según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos...
Gálatas 6:10a
En una orquesta son muchos los
que ejecutan las diferentes notas, pero lo hacen de tal forma que logran una
armonía en sus sonidos que resulta agradable a nuestros oídos. La armonía es
algo muy necesario en muchos aspectos de la vida. Las divisiones son lujos que
no podemos o no debemos permitirnos.
Sobre todo es necesario buscar y luchar por la unidad del
pueblo de Dios. Las divisiones de la Iglesia han producido siempre resultados
negativos. En el Antiguo Testamento encontra-mos un sentido de la unidad que es
exclusivo. Lo que afecta a uno de los miembros de la comunidad afecta a todos.
El sentimiento de pueblo de Dios se desarrolla en una forma muy definida, con
clara conciencia de su papel como comunidad.
Hoy nos enfrentamos a una época que trata de dar un
sentido diferente a la expresión de la fe cristiana. Es lo que llamamos
ecumenismo. Pero el ecumenismo no quiere decir que tengamos necesariamente que
unirnos orgánicamente en un solo cuerpo administrativo, como una pieza
monolítica. La unidad que perseguimos es de otro tipo. Es la unidad que ya nos
ha sido dada en Cristo, y que sencillamente debemos manifestar en testimonio,
como pidiera el Señor: “Que todos sean uno para que el mundo crea”.
Oración: Te pedimos Señor que ayudes a tu Iglesia para que sea una
Iglesia unida. Por Jesús te lo pedimos, amén.
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