Wednesday, January 28, 2015

Wednesday, January 28 A RESPONSE TO GOD’S QUESTION ISAIAH 6:1-10

Wednesday, January 28
A RESPONSE TO GOD’S QUESTION
ISAIAH 6:1-10

Then I heard the voice of the Lord saying, ‘Whom shall I send? And who will go for us?’”
Isaiah 6:8

The Bible is filled with dialogues between God and humans. And in those dialogues God always takes the initiative to ask questions.

In the beginning God asked: Where are you?  And the humans fled from the presence of their Creator. Later God asked: Where is your brother?  This is the question that has been evaded by humanity in order to avoid responsibility. Another day, before a burning bush, God said to a man: “Moses, Moses” but he did not want to listen to the calling to the colossal task of liberating his people. A young man heard God’s question “Whom shall I send and who will go for us?” but his immediate and decisive reply was: “Send me.”

On the dusty road journeyed by another man from Jerusalem to Damascus, he heard the words of his God and he responded: “Lord, what do you want me to do?”

In the history of mankind this is the question that God asks to have answered.  We are challenged to be obedient instruments of service and a blessing to the world. God continues to ask each one of us “Who will go?” And God continues to wait for a decisive reply.  Will “Send me” be your response?

Prayer: Lord, help us to achieve the mission with which you have entrusted us. Amen.


RESPUESTA A LA PREGUNTA DE DIOS
ISAÍAS 6:1-10

Después oí la voz del Señor, que me decía:
¿A quién enviaré, y quien irá por nosotros?
Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí”
Isaías 6:8

La Biblia está llena de diálogos entre Dios y el ser humano. Y en esos diálogos Dios siempre toma la iniciativa para preguntar.
En los comienzos Dios preguntó: ¿Dónde estás tú? Y el ser humano huyó de la presencia de su Creador. Más adelante Dios volvió  a preguntarle: ¿Dónde está tu hermano? Pregunta que ha sido evadida por la humanidad para eludir responsabilidades.
Otro día, ante una zarza ardiente, Dios le dijo a un hombre: “Moisés, Moisés” pero él no quería escuchar el llamamiento a una tarea colosal de libertar un pueblo. El joven escuchó la pregunta de Dios “¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?” pero su respuesta fue, inmediata y decidida: “Envíame a mí”.
En el polvoriento camino que recorría otro hombre de Jerusalén a Damasco, oyó las palabras de su Dios y él respondió: “Señor, ¿Qué quieres que yo haga?
En la historia del ser humano es perpetua esta pregunta de Dios para ser respondida. Tenemos el desafío de ser un instrumento dócil de servicio y bendición al mundo. Dios sigue preguntando a cada uno de nosotros ¿Quién irá? Y Dios sigue esperando, por una respuesta decidida ¿Responderá usted: Envíame a mí?

Oración: Señor, ayúdanos a cumplir la misión que nos encomendaste. Amén.

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