Tuesday, January 13 CHEATING ON THE TEST PSALM 119:129-136

Tuesday, January 13

CHEATING ON THE TEST

PSALM 119:129-136

“Direct my footsteps according to your word;

Let no sin rule over me."

 Psalm 119:133

A professor conducted an experiment once to see whether or not his students would cheat under certain circumstances. He divided them into two groups.  One group was asked to remember and write down the Ten Commandments, as far as they were able.  To his surprise, no one from this group cheated!

In the other group, however, other topics were evaluated, and there were indeed students who cheated.  Recalling a model of moral reference made the difference.  Centuries ago, the psalmist understood the need for a model of moral reference and asked for divine help in order to follow it. He prayed to the Lord:  “Direct my footsteps according to your word; Let no sin rule over me… and teach me your decrees.” The experiment with the test illustrates our need for moral guidance.  The Lord has given us his Word as a lamp unto our feet and a light on our path in order to guide us in our moral choices.

Prayer: Lord, grant that our actions be correct like your decrees; direct our lives, show us the right way and direct our footsteps at all times. Amen.

EL EXAMEN CON FRAUDE

SALMO 119:129-136

“Ordena mis pasos con tu palabra,

y ninguna iniquidad se enseñoree de mí"

 Salmo 119:133

En una ocasión un profesor realizó un experimento para comprobar si los alumnos hacían fraude o no bajo determinadas circunstancias. Se formaron dos grupos. A un grupo se les pidió que recordaran y anotaran los Diez Mandamientos, hasta donde pudieran. Para su asombro, ¡nadie de este grupo cometió fraude!

Pero en el otro grupo, evaluaron otros temas, y sí hubo quienes hicieron trampa. Recordar un patrón de referencia moral marcó la diferencia. Siglos atrás, el salmista entendió la necesidad de un patrón de referencia moral y pidió ayuda divina para seguirlo. Oró al Señor: «Ordena mis pasos con tu palabra, y ninguna iniquidad se enseñoree de mí… y enséñame tus estatutos». El experimento del examen ilustra nuestra necesidad de guía moral. El Señor nos ha dado su Palabra como una lámpara a nuestros pies y una lumbrera a nuestro camino para dirigirnos en nuestras elecciones morales.

Oración: Señor, que nuestras acciones sean rectas como tus estatutos, dirige nuestra vida, oriéntanos y conduce nuestros pasos en todo momento. Amén