Sunday, February 22
THE NEED FOR A GOAL
PHILIPPIANS 3:12-14
“…Run in such a way as to get the prize.”
1 Corinthians 9:24
Strangely, I don’t remember who gave me advice when I was learning how to
ride a bike, but I do remember what he said:
“You have to look straight ahead in front of you; you can’t look down at
the front wheel.”
A life without a goal on the horizon is not much better than a boat on the
river bank. The Apostle Paul was
educated within a culture where sports played an important role. We cannot say for certain that he attended
the Olympic Games, or that he ever participated in any competition, but he does
mention wrestling, running, boxing, etc.
Paul believed that we all need to set a life goal for ourselves. His personal goal is Jesus Christ, to reach
him who goes ahead. In order to do that
he has to leave behind everything that is “in the past.” It is not easy to
detach ourselves from what was part of our lives, and which in some manner
still binds us to our past.
The challenge is to detach ourselves from this past, and to think about
the new road which lies ahead for us to walk (or to run), without losing sight
of the goal that we have set for ourselves.
The Christ in whom we believe always goes ahead of us, and at a pace
that always challenges us to run further.
Prayer: Beloved
Father, help me today to look straight ahead. Amen.
NECESIDAD DE UNA META
FILIPENSES 3:12-14
“…Corred de tal manera que lo obtengáis”
1 Corintios
9:24
Es curioso, no me acuerdo del que me aconsejó cuando
estaba aprendiendo a montar bicicleta, pero sí de lo que me dijo: “tienes que
mirar hacia adelante, no puedes mirar delante de la goma delantera”.
Una vida sin una meta en el horizonte, es poco menos
que un barco a la deriva. El Apóstol Pablo se formó en medio de una cultura
donde el deporte jugaba un papel importante, no podemos afirmar que él vio una
Olimpiada, y mucho menos que participara en alguna competencia; pero si
menciona la lucha, la carrera, el boxeo, etc.
Para Pablo, todos necesitamos ponernos una meta en la
vida. Para él su meta es Jesucristo, llegar a aquel que va delante. Para ello
tiene que hacer dejación de todo “lo que queda atrás”. No es fácil
desprendernos de lo que formó parte de nuestra vida, y que de cierta manera aún
nos ata a un pasado.
El reto pues es a desprendernos de ese pasado, y
pensar en lo nuevo que aún nos queda por caminar (o más bien correr), sin
perder de vista la meta que nos hemos propuesto. El Cristo en el cual creemos
siempre va delante, y con un paso que siempre nos reta a correr más.
Oración: Padre amado, ayúdame hoy
a mirar hacia adelante. Amén
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