Sunday, February 8
PATIENCE
GALATIANS
5:16-23
“But if we
hope for what we do not yet have, we wait for it patiently.”
Romans
8:25
Patience is a virtue that not many people obtain. Today’s world moves so
rapidly that in order to march to its rhythm we want for everything to happen
very quickly. In the letter to the
Galatians, patience is highlighted as a fruit of the Spirit and in multiple
writings in the New Testament we are told that patience needs to go hand in
hand with faith. If we claim to have faith, but we despair awaiting God’s
responses to our requests, our faith is incomplete.
I recall a character from the epic poem The Odyssey whose faith and patience made her worthy of admiration. The legend tells us that Penelope is the wife
of Ulysses. She waits twenty years for
her husband’s return from the Trojan War.
How is she able to accomplish this wait? Penelope receives the proposals
of other men, but in order to remain faithful and with the hope of seeing her
husband once again, she formulates a plan.
She tells all of them that she will wait for her husband until she has
completed knitting the shroud she is working on. What no one imagined is that
each night she would unravel what she had knitted throughout the day and thus
gained more time in her wait. Just when
her husband arrives home again, she finishes her work. Can you imagine what a profusion of patience
this woman practiced throughout those 20 years, knitting and unraveling? Only
the faith of seeing her husband again, and the patience that resulted from that
indomitable faith, were capable of sustaining such a long wait. Therefore, if
you have been waiting for a piece of good news, you need to nourish the fruit
of patience each day and to hope in God that your wait is nearly over.
Prayer: God of goodness, fill us with patience in order that we may wait and
hope* in you. Amen.
*Translator’s
note: Esperar can mean “to hope” or “to wait”. Or both, as I have chosen
for this translation.
LA PACIENCIA
GÁLATAS 5: 16-23
“Pero si lo que esperamos es algo que todavía no vemos,
tenemos que esperarlo con paciencia”
Romanos 8:25
La paciencia es una virtud
que no muchas personas alcanzan. El mundo se mueve hoy tan aceleradamente, que
para marchar a su ritmo queremos que todas las cosas ocurran bien rápido.
En
la carta a los Gálatas, la paciencia es resaltada como un fruto del Espíritu y
en múltiples escritos del Nuevo Testamento se nos advierte que la paciencia
debe ir de la mano de la fe. Si decimos tener fe, pero nos desesperamos al
esperar las respuestas de Dios a nuestras peticiones, nuestra fe está
incompleta.
Recuerdo a un personaje del poema épico La Odisea digno de admirar, por su
fe y su paciencia. Cuenta la leyenda que Penélope es la esposa de Ulises. Ella
espera durante veinte años el retorno de su marido de la Guerra de Troya. ¿Cómo realiza esta
espera? Penélope es pretendida por otros hombres, pero para mantenerse fiel y
con la esperanza de volver a ver a su marido, ella idea un plan. Les dice a
todos que esperará a su esposo hasta que termine de tejer un sudario, en el que
estaba trabajando. Lo que nadie imaginaban es que ella destejía en la noche lo
que había tejido durante el día y así ganaba tiempo en su espera. Justo cuando
su esposo llega a casa, ella termina su trabajo. ¿Imaginan cuál derroche de
paciencia hizo esta mujer durante estos 20 años, tejiendo y destejiendo?
Solamente la fe de volver a ver a su esposo, y la paciencia fruto de esa fe
incólume fueron capaces de soportar tan larga espera. Así que si usted lleva
tiempo esperando por una buena noticia, alimente cada día el fruto de la
paciencia y espere en Dios que ya falta
poco.
Oración: Dios bueno, llénanos de paciencia para esperar en ti. Amén
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