Monday, June 8, 2020

Monday, June 8; WE ARE NOT ALONE



Monday, June 8
WE ARE NOT ALONE
JOHN 14:15-26

I will not leave you orphaned; I am coming to you.

John 14:18 (NRSV)

            What anguish! How will we continue in the future? What will we do when the Master is no longer among us? Where will we get strength and support?

            Faced with the announcement of Jesus’ departure, his disciples felt a great emptiness, insecurity and fear. How many times have we not also felt the same way in our lives? The loss of anyone who is important to us yields sadness and a sense of emptiness. How much more difficult Jesus’ departure must have been for the disciples!  He who had called them to follow him, who had done so many miracles, who taught with such authority, who was God’s envoy. Did he have to die?

            When we realize that in order to face the problems and the different situations that life has in store for us: at work, in the neighborhood, in the family. . .  our strength and our capacity are not as much as we had imagined, and we are flooded with fear and anguish. So too it is when we realize  how small we are to face such huge problems. The lack of perspective in general creates situations of anguish that at times are difficult to overcome. Let’s receive all the safety and confidence that comes through this promise from Jesus. He will not leave us orphans.


Prayer: Lord, thank you for being with me at every moment; don’t ever desert me. Amen.
 



Translation by John Potter


Junio 8, lunes
NO ESTAMOS SOLOS
JUAN 14:15-26

Jesús dijo: No os dejaré huérfanos; volveré a vosotros.

Juan 14:18

            ¡Qué angustia! ¿Cómo vamos a seguir en el futuro? ¿Qué vamos a hacer cuando el Maestro ya no esté entre nosotros? ¿De dónde vamos a sacar fuerzas y apoyo?

            Ante el anuncio de la partida de Jesús, sus discípulos sintieron un gran vacío, inseguridad y miedo. ¿Cuántas veces no lo hemos sentido también en nuestras vidas? La partida de alguien  que es importante en nuestras vidas nos produce dolor y sensación de vacío. ¡Cuánto más difícil habrá sido para los discípulos la partida de Jesús! Aquel que los había llamado a seguirlo, que había hecho tantas maravillas, que enseñaba con tanta autoridad, como el enviado de Dios. ¿Tenía que morir?

            Cuando nos damos cuenta de que para afrontar los problemas y  las diferentes situaciones que nos depara la vida: en el trabajo, en el barrio, en la familia... nuestras fuerzas y nuestra capacidad no son tantas como habíamos imaginado, nos inunda el miedo y la angustia. Así también, cuando constatamos que somos pocos  para afrontar problemas tan grandes. La falta de perspectivas en general genera situaciones de angustia que a veces es muy difícil  sobrellevar.  Recibamos toda la seguridad y confianza que emana de esta promesa de Jesús. Él no nos dejará huérfanos.

Oración:  Señor, gracias por estar conmigo en todo momento y no desampararme jamás. Amén.

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