June 14, Sunday
THE TALE OF THE
HUMMINGBIRD
ROMANS 2:5-11
… to those who by patiently doing good seek for glory and
honor and immortality, he will give eternal life
Romans 2:7(NRSV)
As Paul
expressed it well in the text we read today, to be persevering in good works is
one of the keys to recognizing ourselves as favored by God. This reminds me of
a story that a friend shared with me a few days ago:
The Guarani
say that one day there was a huge fire in the jungle. The horrified animals
fled because the fire was terrible. Soon, the jaguar saw a hummingbird pass
overhead… in the opposite direction, that is toward the fire - exceedingly
strange - but the jaguar did not want to stop. Instantly, he saw her pass
again, this time in the same direction. He observed this repeated going and
coming, until he decided to ask the bird about this seemingly bizarre behavior:
What are you doing hummingbird?
I am going
to the lake – the bird responded – to take water in my beak and throw it on the
fire to put it out. The jaguar smiled: Are you crazy? He said. Do you think
you’re going to get it out by yourself with your little beak? Well, replied the
hummingbird – I do my part…. And saying this she left to get more water from
the lake.
This story
encourages us to do our part amid the challenges of life. There will be many voices and signs that
invite us to stop, to do nothing. But
just as scripture calls us to do everything in good will, it will have as its
reward glory, honor and peace.
Prayer: Good God, may we not rest from doing good. Give us strength to
persevere to the end. Amen
Translation by Pat Metcalf
Junio 14, domingo
LA HISTORIA DEL COLIBRÍ
ROMANOS 2:5-11
… vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan
gloria y honra e inmortalidad.
Romanos 2:7
Como bien expresa el apóstol Pablo en el texto que hoy
leemos, ser perseverantes en buenas obras es una de las claves para
reconocernos favorecidos por Dios. Esto me recuerda una historia que hace unos
días, un amigo me compartía:
Cuentan los guaraníes que un día hubo un enorme incendio
en la selva.los animales huían despavoridos, pues era un fuego terrible.pronto,
el jaguar vio pasar sobre su cabeza al colibrí… en dirección contraria, es
decir, hacia el fuego.extrañó sobremanera, pero no quiso detenerse. Al
instante, lo vio pasar de nuevo, esta vez en su misma dirección.observar este
ir y venir repetidas veces, hasta que decidió preguntar al pajarillo, pues le
parecía un comportamiento harto estrafalario: ¿Qué haces colibrí?
Voy al lago -respondió el ave- tomo agua con el pico y la echo en el fuego para apagar el incendio. El jaguar se sonrió: ¿Estás loco?- le dijo. ¿Crees que vas a conseguir apagarlo con tu pequeño pico tú solo? Bueno- respondió, el colibrí- yo hago mi parte…… Y tras decir esto, se marchó por más agua al lago.
Voy al lago -respondió el ave- tomo agua con el pico y la echo en el fuego para apagar el incendio. El jaguar se sonrió: ¿Estás loco?- le dijo. ¿Crees que vas a conseguir apagarlo con tu pequeño pico tú solo? Bueno- respondió, el colibrí- yo hago mi parte…… Y tras decir esto, se marchó por más agua al lago.
Esta historia nos anima a hacer también nosotros nuestra
parte en medio de los retos de la vida. Muchas serán las voces y los gestos que
nos invitan a detenernos, a no hacer nada, pero tal y como nos convoca la
Escritura cada cosa que hagamos de buena voluntad, tendrá como galardón la
gloria, la honra y la paz.
Oración: Dios bueno, que no
descansemos en hacer el bien. Danos fuerzas para perseverar hasta el fin. Amén.
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