June 21, Sunday
Father’s Day
A SONG FROM THE HEART
PSALM 135:1-21
Sing
ppraise to the Lord’s name, for that is pleasant…(NIV)
Psalm 135:3
All the Psalms invite us to praise the Lord. Amid pain we could
ask ourselves: for what things should I praise God? And, there are many. In
this Psalm David praises God for his blessings and his past faithful company. When
we begin to praise God for what he has done in the past we end by thanking him because
we know he will also be faithful in the future.
Why not praise someone who has transformed our lament into
dance? Our present circumstances shouldn’t be an obstacle to daily cultivate our
relation with God, with a genuine praise and a life of prayer. Maybe you don’t
feel inclined to sing; perhaps you’ve never sung in your life, but try this: Choose
a Psalm, compose a melody and sing it to God. The melody, the tone, and the
rhythm don’t matter. What matters is that you express your praise to the Lord.
To praise God also has to do with a faithful testimony of
his word. We praise God, then, with our singing, but also with correct gestures
of love and service to our neighbor and to all creation.
Prayer: Lord, give me the courage to overcome the misfortunes of
life and to have strength to sing to you and praise you amidst all of them. Amen.
Translated by John Walter
Junio 21, domingo
Día de los
Padres
UNA
CANCIÓN DESDE EL CORAZÓÓN
SALMO
135:1-21
Cantad Salmos a su nombre, porque él es
benigno
Psalmo 135:3
Todos
los Salmos nos invitan a alabar al Seññor. En medio del dolor, podríamos
preguntarnos: “¿Cuáles son las cosas por las que debo alabar a Dios?” Y son
muchas. En el Salmo de hoy, David alabó a Dios por sus bendiciones y la
compañía fiel en su pasado. Cuando comenzamos a alabar a Dios por lo que Él ha
hecho en el pasado, terminamos agradeciéndole porque sabemos que también será
fiel en el futuro.
¿Por
qué no alabar a quien ha transformado nuestro lamento en danza? Nuestras
circunstancias presentes no deberían ser un obstáculo para cultivar diariamente
nuestra relacióón con Dios, a través de una alabanza genuina y una vida de
oracióón. Puede que no sientas la inclinación a cantar, puede que nunca hayas
cantado en tu vida, pero intenta esto: escoge un salmo, compón tu propia
melodía y cántaselo a Dios. La melodíía, el tono y el ritmo no importan. Lo que
importa es que le expreses tu alabanza al Señor.
Alabar
a Dios tiene que ver también con un testimonio fiel a su palabra. Alabemos a
Dios pues, con nuestro canto, pero también con gestos concretos de amor y
servicio al prójimo y a toda su creación.
Oración: Señor, dame el valor de sobreponerme ante las
desgracias de la vida y tener fuerzas para cantarte y alabarte en medio de
todas ellas. Amén.
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