Saturday, June 6
REJOICE NOW AND ALWAYS
PSALM 97
Rejoice
in the Lord, O you righteous, and give thanks to his holy name!
Psalm 97:12 (NRSV)
The one who lives trusting in God’s
mercy has no fear, neither suffers inconsolably from insecurity. He rejoices
with each dawn of day, tries in every situation to cultivate friendship and
love, searches not for self benefit but rather that of his neighbors. That’s
why she can rejoice in difficult times, in drought and need, because her trust
does not rest on her own strength and intelligence, but in the one who is her
inspiration: the Creator God.
Rejoice, good women and men, and
give thanks to God! The Lord our God is a God of justice and love who protects
and sustains those who conduct themselves with honesty and faithfulness.
Don’t spend your lives complaining
all the time, throwing blame on other people or things: the weather, heat,
money, transportation, the evil character of those around you. Rather, be glad
for life, because God has allowed you to see this day, because you can work,
because you can be collaborators with God. This is the way to praise God with
all your strength, heart and mind.
Prayer: Thank you, my good
God, for the certainty that you are at our side and never abandon us. Amen.
Translation by John
Potter
Junio 6, sábado
ALÉGRENSE
HOY Y SIEMPRE
SALMO 97
¡Alégrense hombres buenos y alaben
su santo nombre!
Salmo 97:12
Quien
vive confiando en la misericordia de Dios no tiene miedo, ni sufre inconsolable
por falta de seguridad. Se alegra con cada amanecer, procura en todo momento
cultivar la amistad y el amor, no busca solo su beneficio, sino también el de
su prójimo. Por eso puede alegrarse en tiempos de dificultades, en épocas de
sequía y necesidad, porque su confianza
no estáá puesta en su propia fuerza e inteligencia, sino en aquel que es el
inspirador: en Dios creador.
¡Alégrense mujeres y hombres buenos y alaben a Dios! El
Señor nuestro Dios es un Dios de justicia y amor que protege y sostiene a
quienes se conducen con honradez y fidelidad.
No vivan quejándose todo el tiempo, echándole la culpa a
los demás o a las cosas: al tiempo, al
calor, al dinero, al transporte, al mal carácter de los demás; más bien,
alégrense por la vida, porque Dios les ha permitido vivir hasta hoy, porque
pueden trabajar, porque pueden ser colaboradores de Dios. De esta manera están
alabando a Dios con todas sus fuerzas,
corazones y mentes.
Oración: Gracias mi buen Dios,
por la certeza de sentir que estás a nuestro lado y nunca nos abandonas. Amén.
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