Thursday, June 26, 2014

Thursday, June 26 One hundred twenty-fourth Anniversary of Cuban Presbyterianism JOURNEY TOWARD THE SEED 1 PETER 2:4-10

Thursday, June 26
One hundred twenty-fourth Anniversary of Cuban Presbyterianism
JOURNEY TOWARD THE SEED
1 PETER 2:4-10
“The seed grew and beame a low, spreading vine…”
Ezekiel 17:6a
Marcial, the protagonist from Journey toward the Seed, a work by Cuban writer Alejo Carpentier, travels in time from death toward youth and infancy in a journey that culminates in the maternal womb. This is what we do each June 26th, when we recall the humble beginnings of the Presbyterian Work.  Our journey toward the seed contemplates a series of images, facts and faces through which our identity as Cuban Presbyterians flow.  The question of what it means to be Presbyterian in Cuba cannot be explained in a completed fashion, because being a Cuban Presbyterian is something that is being constructed day by day, in response to the challenges that life brings us, illuminated by the Word and under the guidance of the Holy Spirit.

That seed that was planted one day and watered by the Reverend Evaristo Collazo, and which God caused to grow, has turned into –as the prophet says—a spreading vine, with many branches, with its roots buried in the ground.  That vine is our present day Presbyterian Reformed Church in Cuba, which with its 124 years is still young and does not cease working in favor of our people, and of helping to sustain the faith of a loyal community of followers of Jesus Christ.  The Lord has helped us to reach this point!

Prayer: Lord, thank you for calling us to be part of your Church, of your redeemed people, who are making an effort to practice service and reconciliation for a better Cuba.


Aniversario 124 del Presbiterianismo Cubano
VIAJE A LA SEMILLA
1 PEDRO 2:4-10
“La semilla creció, y se convirtió en una vid…”
Ezequiel 17:6a
Marcial, protagonista de Viaje a la semilla, obra del escritor cubano Alejo Carpentier, viaja en el tiempo desde la muerte a la juventud y la infancia en un recorrido que culmina en el vientre materno. Así hacemos cada 26 de junio, al evocar los humildes inicios de la Obra Presbiteriana. Nuestro viaje a la semilla contempla una sucesión de imágenes, hechos y rostros a través de los que fluye en el tiempo nuestra identidad presbiteriana cubana. La cuestión de lo que significa ser presbiteriano en Cuba no se puede explicar de manera acabada, porque ser presbiteriano cubano es algo que se va construyendo en el día a día, en las respuestas a los desafíos que la vida nos trae, iluminados por la Palabra y bajo la guía del Espíritu Santo. Aquella semilla que un día plantó y regó el reverendo Evaristo Collazo, y que Dios hizo crecer, se convirtió –al decir del profeta— en una vid, con muchas ramas, y que hundió sus raíces en el suelo. Esa vid es nuestra actual Iglesia Presbiteriana-Reformada en Cuba, que con sus 124 años es todavía joven y no cesa de trabajar a favor de nuestro pueblo, y de ayudar a sostener en la fe a una fiel comunidad de seguidores de Jesucristo. ¡Hasta aquí nos ha ayudado el Señor!
Oración: Señor, gracias por llamarnos a ser parte de tu Iglesia, tu pueblo redimido que hoy se esfuerza en practicar el servicio y la reconciliación para una Cuba mejor.



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