Wednesday, June 4
THE FRUIT OF THE SPIRIT
GALATIANS 5:16-26
“But the fruit of the Spirit is love, joy,
peace, patience, kindness, goodness, faithfulness, gentleness, and
self-control.”
Galatians 5:22
In Haiti there is a tree that grows inside of another tree. The latter
gradually loses its strength as the one growing within takes over its life
almost completely and is now the only one producing fruit. Paul speaks to the Galatians about the fruits
of the Spirit in a Christian. Through our faith in Christ, the Holy Spirit
comes to dwell in our hearts and begins to work out our sanctification. He gradually takes over the various spheres
of our lives and produces his fruits in us.
In order for this process to develop in a stable manner, however, we
have to be committed to Him and attentive to the appearance of those fruits
that do not proceed from the Spirit.
Feelings such as envy, or a slight lack of trust in the face of another’s
actions, can produce coldness and enmity in us. Upon discovering those fruits,
we need to act radically. We must acknowledge them, call them by their proper
names, and present them to the Lord in repentance. He will take care of the
rest.
PRAYER: Father of love, help me to find those fruits within me that do not
proceed from you. Burn them; produce within
me love, joy, peace, self-control. Thank
you for the work of your Spirit within us. Through Christ. Amen.
EL FRUTO DEL ESPÍRITU
GÁLATAS 5:16-26
“Mas el fruto del Espíritu es el
amor, gozo,
paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe”
Gálatas 5:22
En Haití hay un árbol que crece
dentro de otro árbol. Este fue gradualmente perdiendo fuerzas, mientras que el
que crecía adentro se posesionaba de su vida casi totalmente y es ya hoy el
único que produce frutos. Pablo les habla a los Gálatas de los frutos del
Espíritu en el cristiano. Por nuestra fe en Cristo, el Espíritu Santo viene a
morar en nuestros corazones y comienza a obrar nuestra santificación. Él va
dominando las diferentes esferas de nuestra vida y produciendo sus frutos en
nosotros. Sin embargo, para que este proceso se desarrolle de modo estable,
tenemos que estar rendidos a Él y atentos a la aparición de aquellos frutos que
no provienen del Espíritu. Sentimientos
como la envidia, o una leve desconfianza frente a la acción de otro, puede
ocasionar nuestro distanciamiento y enemistad. Al descubrir estos frutos, hay
que obrar radicalmente. Reconozcámoslos, llamémosle por su nombre y
presentémoslos ante el Señor en arrepentimiento. Él se encarga del resto.
Oración: Padre de amor, ayúdame a
descubrir en mí los frutos que no proceden de ti. Quémalos, produce en mí amor,
gozo, paz, templanza. Gracias por la obra de tu Espíritu en nosotros. Por
Cristo. Amén.
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