Thursday, November 13, 2014

Thursday, November 13 Anniversary of the “Ebenezer” Church (Encrucijada) A SLEEPY WOMAN TRAVELER MATTHEW 8: 23-27

Thursday, November 13

Anniversary of the “Ebenezer” Church (Encrucijada)

A SLEEPY WOMAN TRAVELER
MatTHEW 8: 23-27
“Without warning, a furious storm came up on the lake, so that the waves swept over the boat. But Jesus was sleeping.”
Matthew 8:24
A group of young people were preparing to travel to a foreign country, but day after day they received the same message:  “The passports have not arrived yet.”  There remained a glimmer of hope still, that perhaps upon arriving at the airport, someone would have them, but the message remained the same: “The passports have not yet arrived.”  There was no other option but to postpone the trip for another time.  Time passed and the tension increased, and they found themselves on the eve of the second and perhaps the final opportunity to take that trip and the documents had not come and obviously, they were necessary in order to be able to fly.  There was almost nothing that could be done, except to trust in God… And just then, one of the young women falls into deep sleep lasting nearly twenty-four hours, her respiration was rhythmic and calm, interrupted only every once in a while to perform its vital functions; all around her everything was in turmoil as if in a real storm, as her family, friends and neighbors anxiously waited to see what would happen.  Late that night, the telephone rang and Glory be to God! The passports had finally arrived. 



Prayer. Lord, grant that we might remain calm before your designs, and may your will and not ours be done. Amen. 

Aniversario de la IPR “Ebenezer” (Encrucijada)

Una  viajera con sueño
Mateo 8: 23-27
“Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero Él dormía”.
Mateo 8:25.
Un grupo de jóvenes iban a viajar al extranjero, pero pasaban los días y el mensaje  siempre era el  mismo: “todavía no han llegado los pasaportes”. Una ligera esperanza siempre quedaba, pues posiblemente al llegar al aeropuerto alguien los tendría consigo, pero la noticia, no por sospechada, resultó menos impactante: “todavía no han llegado los pasaportes”. No había opción había que posponer el viaje para otro momento. El tiempo transcurría y la tensión iba en aumento, se encontraban ya en vísperas de la segunda y quizás última oportunidad de realizar aquel viaje y los documentos no llegaban y obviamente, resultaban  imprescindibles para poder volar. Casi no había nada que hacer, sólo confiar en Dios… En esto, una de las jóvenes cae en un profundo sueño de casi veinticuatro horas, su respiración era rítmica y tranquila,  interrumpido solamente a ratos para realizar sus funciones vitales; alrededor de ella todo bullía como en una verdadera tormenta, en que familiares, amigos y vecinos se encontraban expectantes por lo que habría de suceder. Tarde en la noche sonó el teléfono y ¡Gloria a Dios!: Ahora sí que habían llegado los pasaportes.

Oración. Señor, permite que permanezcamos tranquilos ante tus designios, y que sea tu voluntad y no la nuestra la que  se manifieste. Amén



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