Thursday,
November 6
A STRONG ROCK
PSALM 62:5-8
“Be my rock of refuge,
A strong fortress to save me!”
Psalm 31: 2b
Have you ever tried to cross the width of a river
by jumping from one rock to another? As
long as the stones are close to one another and seem large enough to support
our feet, we experience a sense of security, we continue to slowly advance,
watching our balance with each jump before taking the next one. But on some occasions we are paralyzed with
doubt or fear, we are uncertain of being able to reach the next rock, we halt
our movement, there is neither progress nor satisfaction. At one time or
another we have surely found that the rocks let us down, they are not set
sturdily enough on the riverbed and this causes us to lose our balance and to
get wet.
The true
challenge of the Christian life is similar to this forward movement; it is a
true test of faith to have our feet in the air, without support, in the leap of
faith that hopes to reach the nearby rock.
We can leap forward and embrace a new vision beyond our insecurities if
we have the psalmist’s assuredness: God
is our strong rock and our strength for salvation.
Many
times, belief in God seems to be like jumping with our feet in the air, away
from the rock, but even in this instance we can perceive his presence, and feel
the security of reaching an immovable support.
Prayer: Our Lord, we need to feel you at all times, in the midst of our doubts or
fears, grant that we may acknowledge you as our strong rock. Amen.
UNA ROCA FIRME
SALMO 62:5-8
“¡Sé tú mi roca fuerte y la fortaleza para salvarme!
“
Salmo 31: 2b
¿Han tratado alguna vez de
cruzar el vado de algún río saltando de roca en roca? Mientras las piedras se
hallan cerca una de la otra y parecen lo suficientemente grandes como para
apoyar nuestros pies, experimentamos un sentido de seguridad, vamos avanzando
lentamente, guardando el equilibrio en cada salto antes de dar el próximo.
Pero en algunas ocasiones la duda o el temor nos paralizan, no estamos
seguros de poder llegar a la roca siguiente, detenemos el movimiento, no hay
progreso ni satisfacción. Y en alguna que otra ocasión seguramente hemos
experimentado que también las rocas nos fallan, no están fuertemente sujetas al
lecho del río y esto provoca que perdamos el equilibrio y nos mojemos.
El verdadero desafío de la vida cristiana es como este seguir adelante, es
una verdadera prueba de fe el tener los pies en el vacío, sin apoyo, en el
salto de fe que espera alcanzar la roca cercana. Podemos lanzarnos y abrazar
una nueva visión más allá de nuestras incertidumbres si tenemos la certeza del
salmista: Dios es nuestra roca fuerte y fortaleza para salvación.
Muchas veces el creer a Dios suele parecer a este saltar con los pies en el
aire, fuera de la roca, pero aún en ese instante podemos percatarnos de su
presencia, y sentir la seguridad de alcanzar un apoyo inconmovible.
Oración: Señor nuestro, necesitamos sentirte en todo momento,
en medio de nuestras dudas o temores permite reconocerte como nuestra roca
fuerte. Amén.
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