Monday, December 29
THE PROBLEM WITH RETURNING HOME AGAIN
Matthew 2:19-23
“So he got up, took the child and his mother and
went to the land of Israel. But…”
Matthew 2:21 y 22a
I remember that one of the many teachings by
Maestro René Castellanos was that “the most important part comes after the word
but.” And this could well be applied
to this story about the Holy Family’s return to the land of Israel. Following a brief time during which it seemed
that all dangers had passed with Herod’s death, his son had now become a
possible continuation of violence and death.
The solution was to go to Galilee. It would be difficult to return to a
land as distant and unknown and with as bad a reputation as Galilee. That would
nevertheless be the framework in which the Son of God would be raised and
educated.
Our
returns home are often not what we expected or hoped. In his mercy, however,
God accompanies us and enlightens our return pathways and leads us to the right
place. This may occur under criticism or
doubt, but it should not hamper our faith in God or our determination to march
forward until we have established our home in a safe place. At times our
returns are marked by specific failures in our life projects, but even in such
cases, we should not be victims of discouragement. If God is with us, who can be
against us?
Prayer: God of life, be with us always during our exits and our entrances. Amen.
Lo difícil de los regresos
Mateo 2:19-23
“Entonces José se levantó, tomó al niño y a su madre
y se fue a la tierra de Israel. Pero…”
Mateo 2:21 y 22a.
Recuerdo que una de las tantas enseñanzas del Maestro
René Castellanos decía “después del pero es que viene lo más
importante”. Y esto bien pudiera aplicarse a esta historia en que la sagrada
familia retorna a tierra de Israel. Tras un primer momento en el que parecía
que todos los peligros habían terminado con la muerte de Herodes, ahora su hijo
se levantaba como posible continuador de la violencia y la muerte. ¿La
solución? Ir a Galilea. Sería difícil regresar a una tierra distante y
desconocida y de mala reputación como Galilea. Sin embargo aquel sería el
escenario en el que crecería y se educaría el Hijo de Dios.
Nuestros retornos muchas veces no son como lo esperábamos o lo soñamos. Sin
embargo Dios en su misericordia nos acompaña e ilumina en nuestros caminos de
regreso y nos lleva hasta el lugar debido. Esto quizás ocurra bajo las críticas
o las dudas, lo que no debe faltar es nuestra confianza en Dios y nuestra
resolución de marchar hacia adelante hasta establecer nuestro hogar en lugar
seguro. En ocasiones los regresos están marcados por ciertos fracasos en
nuestros proyectos de vida, pero ni siquiera en tales casos debemos ser
víctimas del desaliento. Si Dios está con nosotros ¿quién contra nosotros?
Oración: Dios de la vida, acompáñanos en nuestras salidas y nuestras entradas
siempre. Amén.
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