Wednesday, December 3
Day of Persons with Disabilities
COME TO MY
HEART, OH CHRIST!
GALATIANS
4:1-7
“Rejoice in the Lord always. I will say it again: Rejoice!”
Philippians 4:4
When we hear that a woman is pregnant, a family
member or a friend, the preparations begin:
diapers, toys, a crib, a mattress, baby clothes…and the questions begin
as well: what will it be? Whom will it
look like? What name should we
choose? In any event, it is an entire
time of anticipation, of preparation, of dreams, and of hope.
In the
period of Advent we prepare ourselves spiritually for the birth of the Child
King, imagining God, in human form, there in the manger, because that was the
way in which the Lord offered salvation to the world. There is much for us to
learn from this incarnation. God reveals himself in the simplicity of a manger
and not in the magnificence of a palace.
Let us therefore see God in what is simple, in everyday things, in what
is vulnerable…
Let us
take advantage of Advent and prepare ourselves for Christmas by opening our
hearts to the Lord and taking the good news that God is with us to all
creatures. Let us set aside exclusion,
selfishness, fears, resentments and rejoice in the hope of the birth of
Immanuel.
Prayer: Come to my heart, Oh Christ! Come, because
there is room inside it for you. Amen.
Día de las Personas con Discapacidades
VEN A MI CORAZÓN ¡OH CRISTO!
GÁLATAS 4:1-7
“Alégrense siempre en el Señor. Repito:
¡Alégrense!
Que todos los conozcan
a ustedes como personas bondadosas. El Señor está cerca”.
Filipenses 4:4
Cuando se conoce del embarazo de alguna amiga,
familiar o conocida, comienzan los
preparativos, pañales, juguetes, la cuna, el colchón, la ropita…, comienzan
también las preguntas: ¿cómo será?, ¿a quién se parecerá?, ¿qué nombre le
pondremos?, en fin todo un tiempo de preparación, de ilusión, de sueños y de
esperanza.
En el tiempo de Adviento nos
preparamos espiritualmente para el nacimiento del Niño Rey, imaginando a Dios, en forma humana, allí en
el pesebre, porque esa fue la manera en la que el Señor ofreció la salvación al
mundo. De esta encarnación tenemos mucho que aprender. Dios se revela en la
sencillez del pesebre y no en la magnificencia del palacio. Veamos pues a Dios en lo sencillo, en lo
cotidiano, en lo vulnerable...
Aprovechemos el Adviento, y preparémonos para la Navidad abriendo nuestro
corazón al Señor y llevando a toda criatura la buena noticia de que Dios está
con nosotros. Dejemos atrás exclusiones, egoísmos, miedos, rencores y gocémonos
en la espera del nacimiento del Emanuel.
Oración: Ven a mi corazón ¡Oh Cristo!, ven, pues en el hay lugar para ti. Amén.
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