Monday, December 15
BROKEN VESSELS
JEREMIAH 18:1-10
“…so the potter formed it into another pot, shaping it as seemed best to
him.”
Jeremiah 18:4
In one way or another, from the time we are born,
we are all broken vessels. The Glory of
the image and likeness of God slips away through the cracks of our sinful
humanity and nothing can be done to salvage the poor clay flowerpot.
Is it possible that an omnipotent, omniscient,
sovereign God could dwell within a finite, small, limited human being? How could so much glory fit within such a
tiny vessel?
Only Christ, the perfect vessel, was able to
treasure it without having it lose a single sparkle, and without causing the
vessel, which was just as fragile and made of the same human flesh as mine, to
break into a thousand shards.
Because of that, a vessel of honor has been
reserved for me. A near but eternal
future where divinity and humanity live together, forming a single perfect
being; an exact reflection, an untarnished mirror, a faithful image similar to
that of Christ.
The day
has already dawned when my vessel, my poor broken human vessel, its cracks
sealed, will be filled and dressed anew with the Glory of the Father; made into
a perfect vessel at the Lord’s feet.
Prayer: God, our artisan, we thank you for a love that is capable of creating
and re-creating our lives. Instead of looking at our cracks, each day you
perfect your work within us. Thank you
that in Jesus you offered us the perfect mold.
Amen.
VASIJAS AGRIETADAS
Jeremías 18:1-10
“pero él volvió a hacer otra vasija,
según le pareció mejor hacerla”
Jeremías 18:4
De alguna manera, todos
somos, desde el nacimiento, vasijas agrietadas. La Gloria de la imagen y
semejanza de Dios se nos escurre por las hendiduras de nuestra humanidad
pecadora y el pobre tiesto de barro nada puede hacer para retenerla.
¿Podrá acaso el Dios omnipotente, omnisciente, soberano, morar dentro
del finito, pequeño, limitado ser humano? ¡Cómo podrá tanta gloria caber en tan
pequeño vaso!
Sólo Cristo, la vasija perfecta, pudo atesorarla sin que perdiera ni un
solo destello, y sin que el vaso, igual de frágil, igual de carne, igual al
mío, se rompiera en mil pedazos.
Gracias a ello, hay reservada para mí, una vasija de honra. Un futuro
cercano pero eterno donde divinidad y humanidad convivan formando un solo ser
perfecto; reflejo exacto, límpido espejo, fiel imagen y semejanza de la imagen
de Cristo.
Ya alumbra el día en que mi vasija, mi pobre vasija humana, selladas sus
grietas, sea llena y revestida de la Gloria del Padre; hecha un vaso perfecto a
los pies del Señor.
Oración: Dios, nuestro artesano, te agradecemos por el amor capaz de crear y
re-crear nuestra vida. Tú no tomas en cuenta nuestras grietas, sino que cada
día perfeccionas tu obra en nosotros. Gracias porque en Jesús nos ofreciste el
molde perfecto. Amén
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