Tuesday, August 10

THE MIRROR

Mark 10:17-22

Jesus looked at him and loved him. “One thing you lack,” he said, “Go sell everything you have and give it to the poor, and you will have treasure in heaven. Then come and follow me.” (NIV)

Mark 10:21

            At times many days pass without our looking at ourselves in the mirror. We prepare and arrange our hair with our hands. And so it goes, more so in these months in which weeks of isolation began. It’s important to draw close to the mirror. The day we don’t do it we live with the last image of ourselves that we remember. Thus, it is automatically reaffirmed what good and educated people we are. We make some mistakes! Who doesn’t?  But nothing that could harm someone. In this time of pandemic, we take proper care of ourselves, we are disciplined; thus, we also protect others.

            Now, losing sight of others is not part of Jesus’ purpose. We become something like that rich  young man related in this biblical text. 

            The question we need to ask ourselves before the mirror is: what can we do (share) to help those most in need? It’s different when we look at ourselves and get a full and current image that allows us to see what we can do today.  

 

Prayer: Allow us, God, to see ourselves in Jesus, our greatest mirror; and may we live collaborating in your Kingdom. Amen. 

 

Translation by John Walter

 

Agosto 10,  martes

EL ESPEJO

Marcos 10:17-22

Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: “Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; entonces vienes y Me sigues.”

Marcos 10:21

            A veces pasamos muchos días sin mirarnos al espejo. Nos preparamos, acomodamos el pelo con las manos. Sucede así, más en estos meses en los cuales el aislamiento se presenta por semanas. Es importante acercarnos al espejo.

            El día que no lo hacemos, lo vivimos con la úúltima imagen nuestra que recordamos. Así, automáticamente se reafirma lo buenas y educadas personas que somos ¡que cometemos algunos errores! ¿Quién no? Pero nada que pueda perjudicar a alguien; en este tiempo de pandemia nos cuidamos correctamente, somos disciplinados, así protegemos también a los demás.

            Ahora, perder de vista a los demás está fuera de la propuesta de Jesús. Nos convierte en alguien parecido a ese joven rico que relata el texto bíblico.

            La pregunta que tenemos que hacernos ante el espejo es: ¿qué podemos hacer (compartir) para ayudar a quien más lo necesita? Es diferente cuando nos miramos y obtenemos una imagen completa y actualizada que nos permite ver lo que podemos hacer hoy.

 

Oración: Permite Dios que nos miremos en Jesús, nuestro mejor espejo, y podamos vivir colaborando en su Reino. Amén.