Monday, August 23

Anniversary of the World Council of Churches

GOD GIVES RESTORATION

Jeremiah 33: 1-16

Call to me and I will answer you, and will tell you great and hidden things that you have not known

Jeremiah 33:3 (NRSV)

            At the beginning of this text we are told that Jeremiah was in prison, but the Word of God was not there. God’s purpose at that time was to restore Jerusalem. For that God told him, Call to me and I will answer you; he assured Jeremiah that all he had to do was to ask, and God would act.

            The same promise is offered to us today. God is prepared to respond to our prayers, but we must ask for his help. Surely God can take care of our needs without our asking; but when we do that, we recognize that only HE is God and that we cannot accomplish with our own strength that which is in God’s domain to do.

            When we pray, we must humble ourselves, set aside our worries and be obedient only to God. When we open our hearts so that God can enter and establish there his Reign, then we will live with the certainty that however often we call on him, God will respond and restore us according to his good will, that which Scripture affirms is pleasing and perfect.

 

Prayer: Lord, whenever we call on you, may we obtain the response that we need for our well-being. Amen.

 

Translation by John Potter

 

 

Agosto 23,  lunes

Aniversario del Consejo Mundial de Iglesias

DIOS DA RESTAURACION

Jeremías 33: 1-16

Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Jeremías 33:3

            Al inicio del texto se nos dice que Jeremías estaba preso, pero la Palabra de Dios, no lo estaba. El propósito de Dios en ese momento era restaurar Jerusalén. Por eso Dios le dice: Clama a mí y yo te responderé; le aseguró que sólo tenía que pedir y Él actuaría.

            Lo mismo nos está prometiendo a nosotros hoy. Él está listo para responder a nuestras oraciones, pero debemos pedir su ayuda, con seguridad, Dios puede ocuparse de nuestras necesidades sin que se lo pidamos;  pero cuando lo hacemos reconocemos que sólo Él es Dios y que no podemos lograr con nuestras propias fuerzas aquello que está en su dominio hacer.

            Cuando pedimos debemos humillarnos, echar a un lado nuestra preocupación y obedecerle sólo a Él. Debemos abrir nuestros corazones para que pueda entrar y ahí establecer su Reino, así viviremos con la certeza de que siempre que lo invoquemos, Él nos responderá y nos restaurará, según su buena voluntad, esa que la Escritura afirma es agradable y perfecta.

 

Oración: Permite Señor que siempre que clamemos a ti, obtengamos la respuesta que necesitamos para nuestro bien. Amén.