Tuesday, August 24

MORE THAN CONQUERORS

Romanos  8: 26-39

We know that all things work together for good for those who love God, who are called according to his purpose.

Romans 8:28 (NRSV)

            God makes it possible that all things, not just isolated incidents, redound to our good. That does not mean that all that happens to us is good, because evil continues to prevail in our world, but God can change all circumstances to favor us. He makes evil turn to our benefit when we know to trust and hope in his designs.

            Keep in mind that God is not occupied with making us happy, but in fulfilling his purposes. This promise is for all who love God and form a part of his divine plans. Those called are the ones that the Holy Spirit convinces and allows to receive Christ. We can all be one of those called since the Son of God came in order that all might receive his grace.

            People who receive this blessing have a new perspective, a new mentality in life; they trust God, not in the treasures of life; they search for his security in what is eternal not in the temporal. They learn to accept pain and persecution, not to lament them, because God is with them and works in the midst of such circumstances.

 

Prayer: Lord, allow our hearts to accept and to love you, with the only goal of trusting you and serving you always. Amen.

 

Translation by John Potter

 

 

Agosto 24,  martes

MAS QUE VENCEDORES

Romanos  8: 26-39

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Romanos 8:28

            Dios hace posible que todas las cosas, no solo incidentes aislados, redunden en nuestro bien. Esto no significa que todo lo que nos pasa es bueno, porque lo malo sigue prevaleciendo en nuestro mundo, pero Dios es capaz de cambiar todas las circunstancias a nuestro favor, Él hace que del mal se obtenga un beneficio cuando sabemos confiar y esperar en sus designios.

            Tenga presente que Dios no está ocupado en hacernos felices,  sino en cumplir sus propósitos. Esta promesa es para todos los que aman a Dios y forman parte de sus planes divinos. Los llamados son todos los que el Espíritu Santo convence y permite que reciban a Cristo. Todos podemos ser uno de los llamados, pues el Hijo de Dios vino para que todos recibamos de su gracia

            Las personas que reciben esta bendición tienen una nueva perspectiva, una nueva mentalidad en la vida, confían en Dios, no en los tesoros de la vida, buscan su seguridad en lo eterno, no en lo temporal. Aprenden a aceptar el dolor y la persecución, no a lamentarlos,  porque Dios está con ellos y actuando en medio de tales circunstancias.

 

Oración: Señor, permite que nuestros corazones te acepten y te amen, con el único propósito de confiar en ti y servirte siempre. Amén.