Sunday, August 15

A PATH TOWARD RECONCILIATION

1 John 1:5-10

And forgive us our debts as we have also forgiven our debtors. (NIV)

Matthew 6:12

            There are people who assure us that the past does not exist, that it’s only an interpretation of events kept in the memory.    

            But what’s certain is that, on occasion, we vilify painful moments in the present. Resentment, trapped within the body as a toxin, makes us ill.

            It’s a matter of giving us the option that by right corresponds to us: that of deciding what affects us. Forgiving is an attitude, regardless of whether the other person deserves forgiveness or not. It is a difficult healing process, but one that frees us from past evils. It is an act of empowerment, a whole process.

            Jesus, in his life proposal, teaches us of forgiveness and reconciliation in all its dimensions. He invites us to live in freedom every moment without shackles. Forgiveness heals; through it we become secure people. It brings us nearer to God and people who are around us. To live with forgiveness situates us on the path toward reconciliation with life.

 

Prayer: Beloved God, help us to forgive those who have hurt us, as you have forgiven us. Amen.

 

Translation by John Walter

 

Agosto 15, domingo

UN CAMINO HACIA LA RECONCILIACIÔN

1 Juan 1:5-10

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores

Mateo 6:12

            Hay quienes aseguran que el pasado no existe, que es solo una interpretación de eventos guardados en la memoria.

            Pero lo cierto es que en ocasiones vivificamos los momentos dolorosos en el presente. El rencor, atrapado dentro del cuerpo, como una toxina, nos enferma.

            Ahora, sí podemos elegir qué hacemos con las acciones de los demás, hasta dónde permitimos que nos afecte. Es cuestión de darnos la opción que por derecho nos corresponde: decidir ante lo que nos afecta.  Perdonar es una actitud, independiente del hecho de que la otra persona merezca o no el perdón. Es una práctica de sanación, difícil, pero que nos libera de males pasados. Es un acto de empoderamiento, un proceso íntegro.

            Jesús en su propuesta de vida nos enseña del perdón y la reconciliación en todas las dimensiones. Nos invita a vivir cada momento en libertad, sin ataduras. Perdonar sana, nos convierte en personas seguras, nos acerca a Dios y a quienes están a nuestro alrededor. Vivir el perdón nos sitúa en el camino hacia la reconciliación con la vida.

 

Oración: Amado Dios, ayúdanos a perdonar a quienes nos han herido, así como tú nos perdonas. Amén.