Monday, March 17, 2014

Monday, March 17 A GLASS OF COLD WATER MATTHEW 10: 40-42

 Monday, March 17   
A GLASS OF COLD WATER

MATTHEW 10: 40-42

And if anyone gives even a cup of cold water to one of these little ones because he is my disciple, I tell you the truth, he will certainly not lose his reward. “

Matthew 10: 42
The Lord Jesus paid attention to the small acts of daily living:  where to place a lamp so that it would give more light; the poor widow’s offering; the beauty of the flowers of the field…It would be interesting to read the gospels from the perspective of something small.
This passage demonstrates the interest that Jesus had for the small and simple things in life. No doubt a glass of cold water during one of our hot summers is the best gift that one can give a person who has come to us on foot.  The act of offering that water without even being asked shows our sensibility and our concern for others. A simple glass of cold water can indicate to us the greatness of the person who offers it, the grandeur of something small.
Many parents make a great effort to buy costly gifts for their children and they forget what is most important: giving them a warm embrace in the morning, a kiss at bedtime or an affectionate word when they have completed a chore.  We all have a great need for small acts of love in our daily lives!

Prayer: Lord, teach us to notice the small acts of love in life. Amen.
UN VASO DE AGUA FRÍA
MATEO 10: 40-42
Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos
un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo,
de cierto os digo que no perderá su recompensa... “
Mateo. 10: 42
El Señor Jesús se fijaba en los pequeños actos de la vida cotidiana: el lugar de colocar una luz para que brillara más, la ofrenda de la viuda pobre, la belleza de las flores del campo...  Sería interesante leer los evangelios desde una perspectiva de lo pequeño.
Este texto es una demostración del interés de Jesús por las cosas pequeñas y sencillas de la vida. Sin duda que un vaso de agua fría en nuestro verano caluroso es el mejor regalo que puede darse a una persona que venga de camino. Ser capaz de ofrecer el agua aún sin que se nos pida, denota nuestra sensibilidad y nuestra preocupación por los demás. Un simple vaso de agua puede indicarnos la grandeza de quien la ofrece, la grandeza de lo pequeño.
Muchos padres se esfuerzan por comprarle regalos costosos a los hijos y se olvidan de lo más importante, darle un abrazo tibio en la mañana, un beso al acostarse o una frase cariñosa al ejecutar una tarea. ¡Cuánta necesidad tenemos todos y todas de pequeños actos de amor en la vida diaria!


Oración: Señor, enséñanos a fijarnos en los pequeños actos de la vida. Amén. 

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