Thursday, March 5
DéboraH: like a worker
bee
Judges 4:4-14a
“until I, Deborah, arose, arose a mother in
Israel.”
Judges 5:7b
Deborah’s
story is very interesting. It is about a
woman who is the only female judge mentioned in the time of Judges, before the
monarchic period. For her name to appear
here, she had to have been an extraordinary woman! Her work as a judge
consisted of resolving the disputes that arose in the community. As a result of the victory over Sisera, it is
said that there was peace on earth for forty years. The name Deborah in Hebrew means “bee” or
“works like a bee”. Deborah surely lived
up to her name.
Deborah was able to confront tasks that were considered to be achievable
only by men. There are so many tasks to
be done in our communities! In our churches we too can recognize those
hard-working women who like worker bees are moving and transforming the
bitterness of life into honeycombs. These women, like Deborah in her day, face
enormous challenges and although their work is not as recognized, their efforts
are showers of blessings. May God add many more worker bees to this great hive!
Prayer: God of goodness, give me the strength to face the tasks that are before me
today. Amen.
Débora:
Trabajadora como una abeja
Jueces 4:4-14a
“hasta que yo, Débora,
me llené de valor
y como madre me puse al
frente de Israel”
Jueces 5:7b
La historia de Débora es
muy interesante. Se trata de una mujer,
única jueza mencionada en el período pre-monárquico. ¡Para que su nombre
aparezca aquí, tiene que haber sido una mujer extraordinaria! Su trabajo como jueza
consistía en resolver los litigios que a diario se presentaban en la comunidad.
Como resultado de la victoria sobre Sísara, dice que hubo paz en la tierra
durante cuarenta años. El nombre Débora en hebreo significa abeja, o
trabajadora como una abeja. Ciertamente Débora hizo honor a su nombre.
Débora fue capaz de
enfrentar tareas que sólo estaban consideradas como para ser realizadas por los
hombres. ¡Cuántas tareas hay por realizar en nuestras comunidades!
En nuestras iglesias
podemos también reconocer a esas mujeres trabajadoras que como abejitas se
estén moviendo y transformando las amarguras de la vida en panales de miel.
Ellas, como Débora en su tiempo, enfrentan desafíos inmensos y aunque su
trabajo no es tan reconocido, sus esfuerzos son lluvias de bendiciones. ¡Quiera
Dios que muchas abejas más se unan a esta gran colmena!
Oración: Dios bueno, dame fuerzas
para enfrentar hoy las tareas que están por delante. Amén
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