Thursday, March 12
Anniversary
of the Church in Iguará
CURSED JEALOUSY!
1 SAMUEL 18:6-30
Saul was afraid of David, because the LORD was with David but had left Saul.
1 Samuel 18:12
Jealousy is a serious thing in human relationships.
King Saul was a respected man until jealousy
made an unreasonable man of him and his people began to scorn him.
Jealousy can appear in life for multiple
reasons: low self-esteem, fear of losing a status of privilege, comparisons
that place us at a disadvantage with respect to others…
God made us unique; each one of us has
potentials and a role to play within God’s calling. Let us not fall into
useless jealousies that wound us and can lead us to commit foolishness such as
what happened to Saul. This man became an enemy to his children and to his
people because he would not accept that his role as king was over. He also tried to kill David, who was the
cause of his jealousies, and the saddest thing is that he fell away from God
for good and stopped doing his will.
Let us reflect upon the story of Saul in order
to learn from it. Let us accept our
limitations and virtues, and not allow comparisons to bring harm upon ourselves
and our human relationships. If any spirit of comparison is to help us, it
should be in order to recognize exemplary values in those around us, and to
follow them if they are worthy examples. Today I remember that God created us
with the necessary dignity to be worthy examples in and by ourselves, in
relation to and in service to those around us and all of God’s creation.
Prayer: God of goodness, thank you for looking upon each of us equally. We ask you to keep jealousy from blinding us,
and that it may be a joy for us to recognize the gifts and victories of those
around us. Amen.
Aniversario de la Iglesia en Iguará
¡MALDITOS CELOS!
1 SAMUEL 18:6-30
Saúl ya vivía temeroso, porque era claro que el Señor
ayudaba a David y se había apartado de Saúl
1 Samuel 18:12
Los celos son cosa seria en
las relaciones humanas.
El
rey Saúl fue un hombre respetado hasta que los celos hicieron de él un hombre
sin razón y despreciado por su pueblo.
Los
celos pueden aparecer en la vida por múltiples razones: baja autoestima, miedo
a perder status de privilegio, comparaciones que nos ponen en desventaja con
respecto a otras personas…
Dios
nos hizo únicos, cada uno de nosotros tiene potencialidades y un rol que jugar
ante el llamado de Dios. No caigamos en
celos inútiles que nos laceran y nos pueden llevar a cometer muchas locuras tal
y como le sucedió a Saúl. Este hombre se enemistó con sus hijos y con su pueblo
por no reconocer que su papel como rey había terminado. Intentó además matar a
David, la causa de sus celos y lo más triste, se apartó definitivamente de Dios
y dejó de cumplir su voluntad. Reflexionemos en la historia de Saúl para
aprender de ella. Amémonos con nuestras limitaciones y virtudes, y no
establezcamos comparaciones que nos lastiman y perjudican nuestras relaciones
humanas. Si algún ánimo de comparación nos asiste, sea para reconocer valores
ejemplares en quienes nos rodean, y seguirlos si es que así lo vale. Recuerde
hoy que Dios nos creó con la dignidad necesaria como para valer por nosotros
mismos, en relación y servicio con quienes nos rodean y toda la creación de
Dios.
Oración:
Dios bueno, gracias por mirarnos a todos por igual. Te pedimos que los celos no
nos cieguen, y sea para nosotros una alegría reconocer los dones y victorias de
quienes nos rodean. Amén.
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